En las últimas semanas diversos partidos políticos en el estado han tenido cambios en sus órganos de dirección. Se trata de los ajustes en el cierre de año electoral, los resultados de este año dejaron en claro la voluntad de las mayorías. No hay mejor manera de calificar el trabajo de las dirigencias partidistas, que los resultados electorales. Los votos no se “pesan”, se cuentan, y en ese sentido debería ser la reflexión de los institutos políticos y sus “liderazgos”.
Morena fue el partido que se llevó la elección en 2024, con 640,071 votos en la urna lograron poco más del 48 % de las preferencias electorales. Al frente estuvo Manuel Guerrero quien consiguió apretadamente una diputación plurinominal, pero el trabajo previo, la labor en tierra lo realizó Merary Villegas. Por casi dos años, recorrió municipios, conformó comités, realizó asambleas y logró un proceso de afiliación sin abusos. Hizo trabajo de partido del que poco sale en las noticias, pero mucho contribuye en los resultados electorales. Los números están ahí, ganaron casi todo, solo fueron derrotados en donde jugaron candidaturas impresentables.
Merary sorprendió con su regreso, dejó la curul federal en manos de su suplente, la Profra. Danisa Flores Ojeda, una mujer con preparación y apoyo en las nuevas lides sindicales. La ahora diputada federal representa el contrapeso y la apertura al sindicalismo que está lejano a las viejas estructuras del PRI, ella es de esos maestros y maestras no alineados a los caciques de la SNTE y ENCIMA. Hoy está en la cámara procedente de las aulas, no de compadrazgo sindical. ¿Quién le abrió la puerta? Merary.
En el PRI no hay cambios, siguen los mismos que consiguieron resultados marginales en 2024. Su partido apenas logró el 10.45 % de la votación, pero ellos: Paola Gárate y Bernardino Antelo, se quedaron con las que llevaban “seguras”. El PRI en decadencia, es la segunda fuerza política estatal, tiene lo que merece, ni más ni menos.
En el PAN, como lo comentamos en la columna anterior tuvo un proceso electoral el domingo pasado en donde ganó la candidata oficial de la ex dirigente y actual candidata plurinominal Roxana Rubio. Llega a un PAN de silente complicidad que es todo menos una oposición, moralmente derrotado y sancionado apenas ayer por el órgano electoral por conductas contrarias a la transparencia y la rendición de cuentas de manera reincidente. Para lavarse la cara, Wendy Barajas tendría que iniciar con sanciones a los culpables que dejaron al PAN como uno de los partidos menos transparentes de Sinaloa.
El PAS tuvo cambios en su estructura, pero la dirigencia del partido sigue en manos de Víctor Antonio Corrales Burgueño. Mismo caso en Movimiento Ciudadano que sigue coordinado por Sergio Torres. En las pasadas elecciones, el Partido Sinaloense logró el 6.30% de la votación general, mientras que Movimiento Ciudadano el 6.84%, los dos institutos políticos tienen un par de legisladores locales y una alcaldía cada uno en la cuenta electoral 2024.
Hubo cambios también en la dirigencia del Partido Verde Ecologista, José “Pepín” Aispuro fue llamado a ocupar una cartera dentro del comité ejecutivo nacional y recientemente nombrado dentro del Ayuntamiento de Culiacán en una dirección, quedando la responsabilidad de la dirigencia local del verde en el diputado federal Ricardo Madrid, quien resultó de las sorpresas más positivas para Sinaloa en el proceso electoral de este año, porque, sin hacer mucho ruido, tejiendo fino en las cúpulas del partido verde, con el respaldo de un equipo importante a nivel nacional, después de dejar al PRI apareció en un lugar privilegiado que terminó sumando un legislador más a la representación legislativa sinaloense.
En resumen, así cierran los partidos políticos el año electoral en Sinaloa, se prevé un 2025 con más cambios y ajustes por ser la antesala al 2026, un año prácticamente electoral en donde se darán las definiciones más importantes para los próximos encargos. La más interesante al análisis será sin duda la renovación del Poder Ejecutivo local, parece lejano, pero algunos ya comienzan a sacar la cabeza. La política siempre se acompaña de una dosis de esperanza entre lo deseable y lo posible. Luego le seguimos…