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El miedo a ser uno mismo. La cercanía en la pareja

Una de las teorías más conocidas en el estudio de la pareja es la teoría del triángulo de Sternberg. Robert Sternberg, es un psicólogo norteamericano, profesor...

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Una de las teorías más conocidas en el estudio de la pareja es la teoría del triángulo de Sternberg. Robert Sternberg, es un psicólogo norteamericano, profesor de la Universidad de Yale que es muy reconocido por sus investigaciones.

Según Sternberg, el amor está compuesto por 3 elementos o cualidades que se incluyen (o deberían estar), en cualquier relación de pareja: intimidad, pasión y compromiso. Estos 3 elementos se combinan entre sí dando como resultado el distintos “tipos” de relación. Conocer cada uno de estos elementos nos ayuda a tener una idea más clara del tipo de vínculo que estamos teniendo con nuestra pareja. Aquí cada uno de ellos:

Intimidad: Cuando hablamos de intimidad nos referimos al sentimiento de cercanía, a la conexión entre esas dos personas que forman la pareja, a la confianza que se construye entre ellos, a la amistad y al afecto.

Pasión: Aquí nos referimos a la excitación o la energía sexual de la relación. Los sentimientos de la atracción física y el impulso o la necesidad de estar con la otra persona y de tener relaciones sexuales.

Compromiso: Cuando hablamos de compromiso nos referimos a la decisión de seguir en la relación y a lo que hacemos para continuar en ella a pesar de los contratiempos que puedan llegar. Esto Incluye aspectos como los momentos vividos, la propia historia de la pareja, etc.

Estos tres elementos representan los vértices de la pirámide de la teoría de Sternberg, colocando la intimidad en la esquina de arriba y el compromiso y la pasión en las esquinas inferiores. Como decíamos, dependiendo de las combinaciones que se den entre estos componentes, las relaciones de pareja serán distintas.

En esta ocasión quiero referirme específicamente a la INTIMIDAD. Veamos:

Como menciono anteriormente, intimidad, significa establecer contacto con los sentimientos de la otra persona, es acercarnos al otro. Sin embargo, esta cercanía requiere un equilibrio, es decir que, así como necesita esta cercanía también necesita distancia, el cuidado de la propia individualidad, el reconocimiento del “yo” y no solo del “nosotros”

En ocasiones nos somos capaces de hacer esta diferenciación y caemos en el riesgo de “fusionarnos” con nuestra pareja, al no poder tolerar la separación, no saber manejar nuestra privacidad o la dela otra persona llegando a estados de ansiedad o depresión.

En una sana intimidad o sana cercanía, reconocemos al otro como persona independiente con el que tenemos aspectos en común. Tener estos límites es básico. Nos ayudan a reconocer y fortalecer el espacio personal (el propio y el del otro), y poder establecer objetivos y prioridades en lo individual.

Miedo a la intimidad

Sin embargo, como veíamos anteriormente, llegar a esta intimidad es ir mas allá de la individualidad. Acercarme al otro implica dejarle que me conozca y esto puede generar miedo porque podríamos pensar que perdemos nuestra independencia o porque nos hará vulnerables.

Algunos de estos miedos son:

  • Miedo a exponerse y a mostrar sus puntos débiles
  • Miedo al abandono o a sentirse rechazado.
  • Miedo a perder el control
  • Miedo a la crítica y al juicio
  • Miedo a perder la independencia.

Si además de miedo a la intimidad se presenta una mala comunicación la pareja puede caer en malos entendidos y falsas expectativas: “Él/ella debería saber lo que me gusta”. ¿Te suena familiar?

Sabemos que la comunicación es fundamental en cualquier tipo de relación, sin embargo, lograrla puede no ser tan sencillo y menos cuando se trata de expresar sentimientos. Esto puede llevarnos a sentirnos expuestos y vulnerables.

¿Qué hacer ante el miedo a la intimidad?

Existe un ejercicio muy sencillo que frecuentemente se hace en terapia para las personas que tienen miedo a expresar sentimientos y es preguntar a la pareja:

¿Cómo sabes que la otra persona está enamorada de ti?

¿Qué hace o tendría que hacer para demostrárselo?

¿Qué conductas se lo muestra en el día a día?

Con estas preguntas se busca facilitar el entendimiento de ambos y puedan comparar las diferencias en las respuestas. En muchas ocasiones los asuntos relacionados con las expectativas dan pie a mejorar la comunicación y hace que el ajuste sea más fácil y cómodo.

Otro ejercicio es hablar de mi en lugar del otro. Cuando le hago saber a mi pareja como me siento ante alguna situación, le estoy permitiendo que me conozca y entonces podrá hacer los ajustes necesarios sin sentirse criticado o señalado.

Escucha activa. “Nunca me escuchas” son frases que se repiten constantemente en parejas que no tienen cercanía. Poner atención, atender la emoción del otro, estar en ese momento con toda nuestra intención para la pareja.

Es muy importante entender que no debemos expresar para castigar sino para motivar al acercamiento. Aprendamos a expresarnos con el objetivo de que el otro nos conozca tal y como somos. Perder el miedo a mostrar las emociones es muy importante en el proceso de construcción de la pareja.

Te agradezco cualquier comentario acerca de esta columna y si crees necesitar acompañamiento psicológico profesional con respecto a este tema o conoces a alguien que lo necesite, escríbeme un Whatsapp al número +526671313403 en México y visítame en Facebook en: https://www.facebook.com/sensumpsicologiaycrecimiento/

Te dejo un abrazo.

Juan José Díaz / Psicólogo y psicoterapeuta

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Juan José Díaz Iribe

Juan José Díaz Iribe

Columnista

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