Durante la primera lluvia relativamente importante que se registró en Guasave se puso en evidencia la deficiente infraestructura en materia de salud, cuando menos el Hospital General, la instancia más socorrida en el municipio después del IMSS.
La nota de la periodista Martha Liliana Castro en Línea Directa establece que prácticamente el agua se fue de paso en algunas áreas del nosocomio, donde cayó agua con lodo. Las afectaciones ocurrieron en el área de Hospital, de urgencias, quirófano 1 y en la nueva área de ginecoobstetricia.
Los médicos tuvieron que seguir atendiendo a los enfermos en esas condiciones, con el riesgo que ello implica para ellos y para los pacientes. No es culpa de ellos, pero es evidente que para que se den estas cosas debe haber culpables.
Con la salud de los sinaloenses, y más la de aquellos segmentos más vulnerables de la sociedad, no se juega. Su cobertura debe ser asignatura elemental de la autoridad en la pirámide de la política social.
Es una obligación que hace la diferencia entre la vida y la muerte. No puede y no debe esperar.
No es cosa nueva lo de los rezagos en materia de salud, pero toma relevancia cuando el último año y medio, desde que se desató la pandemia, ese ha sido supuestamente un asunto prioritario.
Quienes acuden a curarse en estas instituciones de salud pública son ciudadanos que no tienen otra alternativa. No tienen para optar por la medicina privada. Aunque no se les atiende gratis, y ante las carencias tienen que pagar medicamentos, instrumentos y materiales, les resulta mucho más barato. Con frecuencia los familiares de los enfermos de escasos recursos recurren a la caridad pública para comprar gasas, vendas o medicamentos.
Insisto. No se puede jugar con la salud de los ciudadanos, y menos con la de los más desprotegidos. El que una autoridad no cumpla con esta responsabilidad, desnuda a un gobierno carente de sensibilidad en necesidades elementales de los gobernados, principalmente de aquellos económicamente más vulnerables, que tienen en los servicios de salud pública que presta el Estado casi siempre la única posibilidad de sobrevivir a una enfermedad.
El gobernador Quirino Ordaz Coppel al ser abordado sobre el problema registrado en el Hospital General de Guasave dijo que desconocía el tema, pero que de inmediato ordenaría que se atendiera. Ojalá.
