¿Quién no ha visto el famoso video de un padre empujando a su hijo en su silla de ruedas en una carrera deportiva? En la actualidad, pocos son quienes por algún medio u otro, no hayan visto u oido hablar de Team Hoyt, aunque no sea por su nombre.
Dick y Rick Hoyt son un duo conformado por un padre y su hijo con parálisis cerebral, quienes juntos realizaron grandes hazañas deportivas bajo el nombre de Team Hoyt. Esta maravillosa historia de amor e inclusión comenzó cuando en el año de 1977, Rick le comunicó a su padre (por medio de un dispositivo de comunicación, ya que no se comunica verbalmente), que quería participar en una carrera en apoyo a un jugador de lacrosse de su escuela que había tenido un accidente y había quedado paralizado.
Dick, quien era un coronel retirado del ejército y que nunca había corrido como deporte, respondió a la petición de su hijo y juntos corrieron 5km, quedando casi en último lugar de la carrera, lo cual a Rick no le importó y le comunicó a su padre un poderoso mensaje: “Papá, cuando corremos, siento que mi discapacidad desaparece”
Esa pequeña frase bastó para que juntos continuaran corriendo y realizando verdaderas hazañas en el mundo del deporte asistido, abriendo las puertas de la inclusión.
Han pasado 44 años desde esa primera carrera, durante este tiempo juntos participaron en mas de 250 triatlones (incluidos los demandantes triatlones de larga distancia Ironman), duatlones, maratones, etc. dando un total de 1,130 eventos deportivos juntos.
El pasado 17 de marzo, Dick Hoyt falleció a la edad de 80 años, pero nos ha dejado un gran legado. Un ejemplo inmejorable de amor por su hijo y las puertas abiertas de la inclusión de personas con discapacidad al ámbito del deporte y al mundo entero.
Si bien la magia de Team Hoyt se dio por este maravilloso duo, cabe resaltar que Dick era una persona con una luz propia maravillosa, siempre atento, amoroso y te hacía sentir como la única persona presente alrededor. Siempre con una sonrisa y con un gesto amable, Dick luchó por incluir a su hijo a todos los eventos en los que ha querido participar y no solo eso, ese acto de amor al responder a la petición de Rick de correr juntos aquella carrera de 5km, ha permitido que miles de familias alrededor del mundo sigamos su ejemplo y haga este mundo más inclusivo para nuestros hijos con discapacidad.
Su legado vivirá para siempre, y nos toca ahora a los padres de hijos con discapacidad y la sociedad en general, amar, incluir y aceptar a esta personas maravillosas, luchar por nuestros sueños y hacer posible lo imposible, teniendo como estandarte la frase tan característica de Team Hoyt: YES YOU CAN!
