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¿Qué será de mi cuando esto acabe? Claves para afrontar el estrés postraumático

La vacuna ha llegado a México. El plan nacional de vacunación contra COVID-19 se ha puesto en marcha en la mayoría de los estados de nuestro...

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La vacuna ha llegado a México.

El plan nacional de vacunación contra COVID-19 se ha puesto en marcha en la mayoría de los estados de nuestro país y con esto, muchos percibimos por fin, una luz al final del túnel. Parecería que los días de encierro y confinamiento total o parcial (dependiendo de cada estado), han llegado a su fin y que el total de los sectores económicos y de la vida social regresarán a su normalidad (la nueva). Ojalá todo fuera tan sencillo.

Después de 10 meses de vivir en incertidumbre, exceso de información, encierro y ansiedad, dejar atrás todo lo que emocionalmente nos ha dejado esta pandemia no será cosa fácil.

¿Qué será de nosotros cuando esto acabe?

Esta es una pregunta que seguramente, en algún momento, todos nos hemos hecho.

Después de la tempestad, viene la calma dice el dicho. Sin embargo, esta calma debe ser trabajada por cada uno de nosotros. No llegará sola. Es momento que pongamos especial atención a la tercera línea de cuidado (primera la sanitaria, segunda la económica y tercera la de salud mental).

Algunas de las personas que actualmente se ponen en contacto conmigo lo hacen por situaciones que se han presentado a raíz de la cuarentena, ya sea ataques de ansiedad, pensamientos obsesivos descontrolados, sensación de paranoia o conflictos en convivencia. Esto nos da una idea del grado de afectación emocional y psicológica que el COVID-19 y todo lo que llegó con él, está generando en la población.

Desgraciadamente, como lo mencioné al inicio de este texto, deshacernos de todo eso no es cosa fácil, ni cuestión de tiempo, ni algo que caerá del cielo. Será importante poner atención y prevenirnos ante trastornos mentales que pudieran presentarse a raíz de esta situación. Muy concretamente al Trastorno de estrés postraumático (TEPT).

¿Qué es el estrés postraumático?

Si nos apegamos al concepto clínico podemos decir que el estrés postraumático es la re-experimentación de acontecimientos altamente traumáticos, síntomas debidos al aumento de la activación (arousal) y comportamiento de evitación de los estímulos relacionados con el trauma…” (F43.1 en el manual DSM-V).

En otras palabras, es vivir emocionalmente como si el acontecimiento estuviera pasando en el presente. Cuando esto sucede el cuerpo y todos sus sistemas se activan como si de nuevo estuviera pasando el evento traumático. Esto lleva al cerebro a vivir de nuevo, los mismos niveles de ansiedad, angustia y miedo. ¿Te imaginas vivir con la misma ansiedad de hoy dentro de 2 años?

Es normal que ante todo lo que estamos viviendo presentemos cierto nivel de ansiedad o estrés, recordemos que estas emociones, aunque no son agradables, son funciones emocionales adaptativas. Es decir, nos ayudan a enfrentar situaciones fuera de nuestra normalidad. Sin embargo, si estos síntomas permanecen después cierto tiempo, una vez que la situación traumática haya pasado, podremos hablar de que presentamos el Trastorno de estrés postraumático.

¿Cómo sé si tengo trastorno de estrés postraumático?

Como todo trastorno, para poder identificarlo en un diagnóstico, es necesario que se presenten ciertos síntomas.

Síntomas de inhibición:

Tener sentimientos negativos: vergüenza, culpa, humillación, tristeza

Embotamiento mental

Pérdida de interés en actividades que antes eran muy gratificantes

Conductas de evitación: no hablar del tema, no pasar por determinados lugares, no salir de casa, no relacionarse con amigos o familiares

Cuesta mucho expresar emociones, pedir apoyo

Síntomas de hiperactivación:

Revivir las experiencias negativas y dolorosas (haber padecido el virus ingresos, o muertes de un familiar)

Recuerdos repetitivos e involuntario de escenas muy angustiantes: ataúdes, funerales, personas encamadas, en pasillos de urgencias, entierros.

Tener la sensación de que se está viviendo otra vez todo

Sueños vividos tan intensamente que parecen reales

Vivir en un estado de alerta permanente. Estar en guardia todo el tiempo.

Imposibilidad de relajarse

Llantos repentinos

Alteraciones fisiológicas; palpitaciones, sudoraciones, sensación de falta de aire, de opresión en el pecho.

Rumiaciones (pensamientos), sobre lo ocurrido

Síntomas cognitivos:

Dificultad para concentrase, desorientación, alucinaciones

Insomnio, pesadillas.

Pérdida de la autoestima

Sentir la culpabilidad del superviviente

Baja tolerancia a la frustración, a los ruidos, a los niños. Saltar por nada.

Síntomas de compensación

Necesidad de estar haciendo siempre algo.

Aumento del consumo de: alcohol, tranquilizantes, tabaco, bebidas excitantes, drogas.

Aumento de la dependencia emocional de otras personas.

Actitud de víctima

Todos estos síntomas interfieren con nuestras actividades diarias y definitivamente nos llevan a un desequilibrio emocional.

¿Qué puedo hacer para enfrentar el TEPT y minimizar sus consecuencias?

Es importante implementar una estrategia basada en identificar tus pensamientos, emociones y tus conductas. Para eso te recomiendo seguir los siguientes pasos:

Paso 1.-  Identificar y poner nombre a tus emociones y pensamientos negativos “Lo que siento es: _______”

Paso 2.-  Aceptar esas emociones sin sentirte culpable por sentirlas. Recuerda que ninguna emoción es buena o mala…solo es.

Paso 3.- Exprésalas. Platica tus emociones.

Paso 4.- Intenta identificar tus distorsiones cognitivas, es decir, todos aquellos pensamientos que NO SON REALES. Esos pensamientos son producto de tu angustia y tu ansiedad.

Paso 5.- Trata de identificar tu “huida” de esas emociones a través del aumento en el consumo de café, alcohol o drogas o de evitar situaciones, personas o momentos que puedan recordarte lo que has vivido.

Paso 6.- No te descuides. Cubre siempre tus necesidades básicas de sueño, apetito y descanso.

Paso 7.- No relaciones tu necesidad de recibir ayuda psicológica con debilidad.

Paso 8.- Haz todo lo posible por retomar tus costumbres o rutinas, aunque no sientas ganas.

Paso 9.- No intentes borrar esta experiencia de tu vida.

Paso 10.- Practica ejercicios de relajación y de respiración. https://youtu.be/j69vMmJ1Fbc

Paso 11.- No te instales en un estado de dependencia emocional. Trata ir haciendo las cosas por ti solo.

Establecer estrategias para mantenerte en el presente te ayudarán a no dejarte llevar por lo que fue o lo que será, y te ayudará a mantener tu mente activa y enfocada en el aquí y en el ahora.

Te agradezco cualquier comentario acerca de esta columna y si crees necesitar acompañamiento psicológico profesional con respecto a este tema o conoces a alguien que lo necesite, escríbeme un Whatsapp al número 6671313403 en México y visítame en Facebook en: https://www.facebook.com/sensumpsicologiaycrecimiento/

Te dejo un abrazo.

Juan José Díaz / Psicólogo y psicoterapeuta

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Juan José Díaz Iribe

Juan José Díaz Iribe

Columnista

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