Estado de México.- Los huachicoleros siguen haciendo de las suyas, con todo y la estrategia contra el robo de combustible del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, lo más delicado no son las pérdidas monetarias que esta práctica huachicolera conlleva, sino el riesgo para los pobladores de las zonas donde se practica la ordeña de petróleo a través de tomas clandestinas.
La madrugada de este martes personas que se dedican a robar combustible provocaron una fuga en una toma clandestina de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el municipio de Acolman, Estado de México, lo cual obligó a los más de mil habitantes de esa zona a desalojar sus casas por temor a sufrir algún daño.
La extracción ilegal provocó un chorro de combustible que alcanzó los 10 metros de altura.
La toma ilegal se localizó en el poblado de Santa Catarina, en el municipio antes mencionado.
Alrededor de las 12:40 horas los vecinos del fraccionamiento Misión San Agustín alertaron a las autoridades sobre un intenso olor a gasolina.
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Hasta el lugar llegaron elementos de Protección Civil, policías municipales y estatales, así como elementos del Ejército y la Marina.
Especialistas de Pemex trabajaron para sellar la fuga por más de tres horas y sellaron el ducto perforado; finalmente cerca de las 4:00 horas la situación comenzó a regularizarse y las personas poco a poco regresaron a sus hogares.