Acapulco, Guerrero. – Yareli, una joven de 29 años, embarazada, ingresó dos meses atrás al Hospital Regional del IMSS, Vicente Guerrero en Acapulco, con un cuadro nada alentador, pues además de hipertensión, tenía COVID, lo que le desencadenó un cuadro de neumonía.
Tanto su vida como la de su hijo estaban en riesgo, sin embargo, gracias a la atención que recibió de parte de los doctores, logró salvarse junto con el bebé.
La joven madre tenía 7 meses de gestación cuando tuvo que ser intubada, y se aferró tanto a la vida que, a pesar de haber sufrido dos infartos, después de que los médicos tomaran la decisión de interrumpir el embarazo, hoy vive para contarla.
El director de la clínica, Salomón García Andraca, detalló la gravedad la salud de Yareli.
“Luego de la cesárea y posterior intubación, Yareli sufrió dos infartos. El primero cuando se encontraba hospitalizada en el área de atención COVID y el segundo cuando fue intubada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), lo que agravó aún más su estado de salud”, indicó el médico.
Yareli ya se encuentra en casa con su hijo, recuperándose de una traqueotomía, que es una intervención quirúrgica que consiste en una apertura en la parte frontal del cuello, y que fue hecha de emergencia para salvar su vida.
Hoy que su salud es estable, la joven madre llama a la población a no confiarse del semáforo verde en el que están casi todos los estados del país en cuanto a la pandemia del COVID 19, señalando que el virus todavía existe, por lo cual es necesario seguir tomando las medidas de prevención, como el uso del cubrebocas, la sana distancia y el lavado constante de manos.