México.- La temporada de ciclones y huracanes, el Monzón Mexicano, los canales de baja presión y las tormentas de rápida formación, tienen algo en común, vientos intensos y lluvias copiosas que a todos nos ponen en riesgo.
Al tema de los vientos es riguroso poner atención, ya que durante un evento ciclónico marcan la pauta para intensificar sistemas hasta llegar al nivel de huracán, y es ahí cuando las cosas se ponen mucho más peligrosas.
La organización Meteorológica Mundial indica que, en función de la velocidad de los vientos máximos sostenidos, los ciclones tropicales se designan de la siguiente manera:
Depresión tropical: Cuando la velocidad de los vientos máximos sostenidos es inferior a 63 km/h.
Tormenta tropical: Cuando la velocidad de los vientos máximos sostenidos es superior a 63 km/h; a este tipo de tormentas se le pone nombres.
Huracán, tifón, ciclón tropical severo o tormenta ciclónica severa, según la cuenca: Cuando la velocidad de los vientos máximos sostenidos es superior a 116 km/h.
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Según la escala de Saffir-Simpson de vientos huracanados, utilizada en el mar Caribe, el Golfo de México, el océano Atlántico Norte y el océano Pacífico Norte oriental y central, la fuerza de los huracanes varía de la categoría 1 a la 5:
Los huracanes de categoría 1: Son aquellos cuyos vientos máximos sostenidos tienen una velocidad de entre 119 y 153 km/h.
Los huracanes de categoría 2: Son aquellos cuyos vientos máximos sostenidos tienen una velocidad de entre 154 y 177 km/h.
Los huracanes de categoría 3: Son aquellos cuyos vientos máximos sostenidos tienen una velocidad de entre 178 y 209 km/h.
Los huracanes de categoría 4: Son aquellos cuyos vientos máximos sostenidos tienen una velocidad de entre 210 y 249 km/h.
Los huracanes de categoría 5: Son aquellos cuyos vientos máximos sostenidos tienen una velocidad superior a 249 km/h.
Dependiendo de la intensidad de los vientos, el nivel de destrucción se torna más severo, llegando a derribar árboles, espectaculares, hasta arrancar de tajo viviendas endebles, así que ante vientos intensos, busca un refugio.
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¿Y qué con el agua?
Los huracanes son los desastres naturales de un solo día más mortíferos. Una percepción errónea común es que la parte más peligrosa de un huracán son sus vientos, pero el agua es responsable de casi el 90 % de las muertes relacionadas con huracanes.
La NOAA indica que casi la mitad de estas muertes se deben a la marejada ciclónica, la peligrosa marejada de agua tierra adentro a lo largo de la costa
Otro 27% de las muertes se deben a inundaciones por fuertes lluvias. E incluso si la tormenta permanece a cientos de millas de distancia, las corrientes de resaca y el oleaje alto a lo largo de la costa pueden ser mortales.
El poder del agua es capaz de arrastrar dese pequeñas ramas, árboles grandes, autos, tráileres y hasta viviendas, obviamente no hay que imaginar lo que pasa con las personas.
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En México se han tenido lluvias abundantes con capacidad de acumular más de 600 milímetros de lluvia en tan sólo unas horas; las inundaciones se dan de manera súbita y el nivel de estrucción es intenso.
En zonas de mar, ríos y otros afluentes, el riesgo incrementa por el nivel de olaje o arrastre; sumado al poder del agua, viene la cantidad de piedras y demás materiales que son jalados por la presión.
Así que si sólo son los vientos arrachados y muy peligrosos que llegan con las tormentas, toma en cuenta el nivel del agua y por favor, cuando se presente una tormenta, mejor vete a una zona segura y alejada de estos factores.
