Se registra primer divorcio gay en Coahuila

?México.- La Iglesia
Católica insistió hoy en que las uniones entre parejas del mismo sexo
son ?moralmente inaceptables? y dio a conocer que en Piedras Negras,
Coahuila, ya se llevó a cabo el primer divorcio de ?lesbianas?.
Al cumplirse un año de la entrada en vigor de las reformas legales
que permiten los matrimonios gay en la ciudad de México, el Sistema de
Información de la Arquidiócesis Primada de México citó también autores
que sostienen que las uniones homosexuales son menos estables y
afectivas que las heterosexuales.
Este primer divorcio gay del que se da cuenta ocurrió en Piedras
Negras, Coahuila, donde se aprobó el Pacto Civil de Solidaridad que
permite la unión civil de parejas del mismo sexo, con el reconocimiento
de derechos civiles.
Luego de señalar este antecedente, la Arquidiócesis difundió una
entrevista con Oscar Rivas Lozano, presidente del Instituto Mexicano de
Orientación Sexual (IMOS), donde afirma que de acuerdo con las cifras
que manejan, “las uniones homosexuales tienden a durar menos que las
relaciones heterosexuales”.
Uno de los factores que causan estas separaciones, dice, es que “en
las uniones homosexuales los índices de infidelidad se triplican con
relación a las parejas heterosexuales”.
La fidelidad, agregó Rivas, tiene un significado diferente en las
parejas homosexuales, pues ellos hacen una distinción entre la fidelidad
emocional y la sexual, donde la segunda no la consideran más importante
que la primera.
Una institución como el matrimonio no puede aplicarse a la unión
homosexual, pues “el mismo voto matrimonial habla sobre fidelidad, sobre
ayuda mutua, sobre procreación. Y en el caso de las parejas
homosexuales esto es distinto”, añade.
Y sostiene que las parejas homosexuales tienden a tener un periodo de
duración entre tres y seis años, las más largas, que por lo general
corresponden casi siempre a las mujeres.
Si estas cifras son comparadas con matrimonios heterosexuales, la
diferencia es abismal, pues los matrimonios en México, según datos del
mismo Registro Civil, tiene un promedio de duración entre 10 y 15 años
entre parejas heterosexuales, citó.
Agregó que desde el punto de vista psicológico “uno entiende por qué
la relación hombre-mujer tiende a equilibrarse psicológicamente, porque
la mujer tiende a ser más intuitiva, más emocional y el hombre tiende a
ser más reflexivo, más racional?.
“En el caso donde solamente hay dos mujeres no está muy presente este
principio de equilibrio en la pareja psicológica y en el caso de los
hombres mucho menos”, comentó el presidente del IMOS.
Asimismo, la iglessia cita también a Juan Dabdoub Giacoman, de la
organización mexicana Familia Mundial con sede en Monterrey, quien
expuso que no es de extrañar la separación de esta pareja de lesbianas,
pues “está claramente demostrado que las personas homosexuales tienen un
altísimo nivel de inestabilidad en sus relaciones afectivas”.
Para Dabdoub, esto es “producto precisamente de esa afectación
psicológica que las empuja a buscar una relación con personas del mismo
sexo”.
Mencionó estadísticas españolas donde se indica que un varón
homosexual tiene relaciones duraderas con 39 personas distintas en
promedio a lo largo de su vida.
Estos datos que demuestran, dijo, que “lo que necesitan nuestros
hermanos homosexuales es ayuda, no promoción; porque tarde o temprano
esto los llevará a sufrir con mayor rigor los efectos de no recibir a
tiempo una adecuada terapia reparativa”.
En México, las uniones homosexuales equiparadas al matrimonio solo
son legales en el Distrito Federal, donde la Suprema Corte dictaminó que
no van contra la Constitución y a quienes se les otorgó el derecho de
adopción.
En conclusión, la iglesia reitera que la doctrina católica no aprueba
el llamado “matrimonio” gay porque, dice, atenta contra la naturaleza,
sentido y significado del verdadero matrimonio, constituido por la unión
entre un hombre y una mujer, sobre la cual se forma la familia.
El Vaticano y los obispos en diversos países del mundo han denunciado
que las legislaciones que pretenden presentar “modelos alternativos” de
vida familiar y conyugal atentan contra la célula básica de la
sociedad, y lo seguirán denunciando.