México.- Siempre lo sentimos de casa, parte de nuestras raíces y más mexicano que muchos, pero no; el amigo de todos los niños, no nació en nuestro México lindo y querido, sus ojos vieron por primera vez al mundo desde Chicago, Illinois, Estados Unidos un 17 de febrero de 1935.
Sus padres fueron mexicanos de nacimiento, pero la vida los llevó a Estados Unidos, siendo allá en donde Chabelo comenzó a dar sus primeros pasos y atesoró la vida como nadie, aunque su acta de nacimiento no indicó su zona de nacimiento a nuestro país.
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El actor, comediante y animador que cada domingo nos emocionaba con sus juegos y catafixias vivió en Estados Unidos hasta la adolescencia; a los 18 años aproximadamente regresó a México y todo indica que a León, Guanajuato de donde eran originarios sus padres.
Y aunque lo suyo fue siempre la comedia, sus inicios fueron como actor dramático, ¿sería por ello que llorar le salía tan bien?, fue gracias al grandioso Ramiro Gamboín, mejor conocido como “El Tío Gamboín”, quien le dio la oportunidad de contar un chiste y desde ahí, lo suyo lo suyo, fue la comedia y hacer reir a todos.
Desde 1967 hasta noviembre de 2015, estuvo al frente de su programa, el más amado por todos “En Familia con Chabelo” que extendió su fama y le dio la oportunidad de permanecer en los corazones mexicanos desde entonces.
Este 25 de marzo, a los 88 años, la noticia más triste para los mexicanos se dio por parte de la familia del gran Chabelo, el eterno niño dejó de existir aunque su legado continuará como el mejor y mejor amigo de todos, también como un ser humano que supo ganarse desde al más chico, hasta al más grande de la casa.
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Hasta el momento, los familiares de Xavier López, no han confirmado en qué lugar falleció el ícono de la televisión; se desconoce si permanecía hospitalizado o en casa, lo que sí indicaron, es que partió acompañado de su familia.
Millones de mexicanos están a la espera de loa arreglos fúnebres, y se preparan para acompañar el cortejo, homenajes y todo acto en el que le puedan reiterar su cariño incondicional, el que muchos le tenemos desde que éramos niños.
