MÉXICO.- El nombre de Cristina Pacheco resuena con mucha fuerza de una carrera marcada por la pasión por las letras y un compromiso innegable para hacer con profesionalidad el periodismo.
Nacida un sábado 13 de septiembre de 1941 en San Felipe, Guanajuato, Pacheco se erigió como una figura destacada que trascendió las páginas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, donde optó por estudiar letras españolas.
Cristina Pacheco, a lo largo de su trayectoria, se convirtió en referente indiscutible del periodismo mexicano. Su destreza en la entrevista la hizo merecedora del Premio Nacional de Periodismo en 1985, reconocimiento otorgado por su habilidad para indagar y revelar historias mediante el logo.
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No conforme con un galardón, en 1986 se alzó nuevamente con el prestigioso premio, esta vez en la categoría de mejor programa de servicio a la comunidad, demostrando su capacidad para conectar con la audiencia de manera única.
En 1987, la pluma de Cristina Pacheco se consagró en la crónica, un género que exploró con maestría y que le valió otro Premio Nacional de Periodismo. Su habilidad para narrar las complejidades de la realidad con agudeza y sensibilidad se reflejaba en cada línea de sus crónicas, dejando una marca imborrable en el periodismo mexicano.
Pero la vida de Cristina Pacheco no solo estuvo marcada por sus logros profesionales. Su relación con el renombrado escritor José Emilio Pacheco agregó un matiz especial a su biografía. La pareja compartió no sólo afectos sino también el amor por las letras, convirtiéndose en una dupla influyente en el ámbito cultural y literario de México.
