México.- Nuevamente el COVID-19 está dando de qué hablar con las nuevas variantes que están en vigilancia por las autoridades sanitarias, en esta ocasión una variante de Omicron llamada BQ.1 está bajo observación, sin embargo, ha sido llamada también como “Perro del infierno”.
Algunos países europeos han detectado ya contagios de la BQ.1 y se espera que, para finales de este año, dicha variante sea la responsable de la más de la mitad de los casos activos en dicha región del mundo.
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Esto e acuerdo a lo señalado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), quien aseguró que para principios del 2023, el 80 por ciento de las infecciones por SARS-CoV-2 serán causa de esta variante llamada “perro del infierno”.
Este nombre se le atribuye en las redes sociales y se le asignó para hacer referencia a la mascota Hades, dios del infamando en la mitología griega. El can tenía como misión resguardar las puertas del infierno, sin embargo, solo es una variante más de Omicron.
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Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó a finales de octubre que dicha variante es un sublinaje de BA.5 (de Ómicron). Esta última tiene mutaciones en pico en algunos sitios antigénicos clave, pero BQ.1.1 porta una mutación de pico adicional que le da una ventaja de crecimiento significativa sobre otras variantes en muchos entornos, incluidos Europa y Estados Unidos, apuntó el organismo de las Naciones Unidas.
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Sin embargo, la OMS aseguró hasta ahora no hay datos epidemiológicos que sugieran un aumento en la gravedad de la enfermedad. Entre sus síntomas se encuentra dolor de garganta, tos, malestar general, diarrea y secreción nasal.
Por su parte, el ECDC informó que tiene la capacidad de evadir considerablemente la respuesta del sistema inmunitario. Sin embargo, la agencia de la Unión Europea ha apuntado que no hay evidencia de que provoque una mayor gravedad de la infección en comparación con las variantes de Omicron BA.4/BA.5.