San Luis Río Colorado, Sonora.- Por haber agredido en diversas ocasiones a su hijastra causándole lesiones en diferentes partes del cuerpo, Bertha “N” fue sentenciada a 20 años de prisión.
Los hechos ocurrieron entre septiembre y diciembre de 2023 en un domicilio ubicado en la colonia Joyas del Parque en San Luis Río Colorado en el Estado de Sonora. La niña, quien estaba bajo el cuidado de Bertha Yadira “N” debido a que su padre se encuentra en prisión, fue víctima de continuas agresiones físicas por parte de la mujer.
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Los actos de violencia incluyeron quemaduras, arañazos, golpes con un cable eléctrico en la espalda y piernas y golpes con un palo de mezquite en ambas piernas. Además, la mujer aplicó fuerza en las manos de la menor hasta lesionarla gravemente.
Según se refiere, las agresiones se realizaron bajo constantes amenazas de muerte. Bertha Yadira “N” le decía a la víctima que si hablaba sobre el maltrato le quitaría la vida a ella, a su padre y al resto de su familia. Este clima de terror impidió que la niña denunciara los hechos de inmediato. Sin embargo, tras meses de soportar el abuso, la menor decidió contar lo sucedido, lo que permitió que se iniciara una investigación.
Gracias a diversos actos de investigación realizados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) se logró reunir suficientes pruebas para proceder con la captura y enjuiciamiento de Bertha Yadira “N”.
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La condena de 20 años de prisión incluye también el pago de una multa de 829 mil 520 pesos y 73 mil 552 pesos para la reparación del daño a favor de la víctima. La niña ha recibido acompañamiento psicológico por parte del personal del Centro de Atención a Víctimas del Delito (CAVID), una medida esencial para su recuperación física y emocional.
La FGJES a través de este caso reafirma su compromiso con la protección y defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia. La institución se compromete a actuar con prontitud y eficacia en la investigación, captura y enjuiciamiento de cualquier persona que vulnere la integridad de menores, buscando siempre condenas ejemplares que disuadan la repetición de estos delitos.
Este fallo condenatorio no solo representa justicia para la víctima y su familia, sino que también envía un mensaje contundente a la sociedad: la violencia contra los menores no será tolerada y será castigada con todo el peso de la ley.
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Las autoridades instan a la comunidad a denunciar cualquier caso de maltrato infantil, recordando que la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes es una responsabilidad compartida por todos.
