Zacatecas.-Durante una reunión nacional, las mujeres rurales del país emitieron un
pronunciamiento en el que piden “respeto y no compasión”, además de
exigir cuatro acciones inmediatas a los gobiernos federal y estatales,
en donde pugnan por más espacios políticos y tomas de decisiones, así
como programas y mayores presupuestos para este sector.
En ese documento señalan que “no es aceptable hablar de democracia,
desarrollo y justicia en un país, si la mitad de la población
constituida por mujeres, continúa marginada de las posibilidades de
integrarse al quehacer nacional en igualdad de oportunidades y
condiciones de equidad”.
Durante el Primer Encuentro Nacional de Mujeres Rurales por el
Desarrollo Humano que se realizó en Zacatecas, al que asistieron
representantes de 24 estados de la República Mexicana, después de
realizar las mesas de trabajo se emitió este pronunciamiento dirigido al
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), al Ejecutivo
Federal, gobiernos estatales, Congreso de la Unión, legislaturas
estatales y ayuntamientos.
En voz de la legisladora zacatecana María de la Luz Domínguez, una de
las organizadoras y la responsable de leer las cuatro acciones tomadas
en las mesas de trabajo, se planteó la exigencia al gobierno federal el
cumplimiento de protocolos y acuerdos internacionales que les permitan
participar en política.
Y refiere: “ya basta que unos cuantos tomen las decisiones que a todos
nos corresponden, fue precisamente el Gobierno en confabulación con los
medios de comunicación quienes separaron al pueblo de los asuntos
públicos y gracias a eso tenemos el país que hoy tenemos sumido en la
desesperanza, en la zozobra, en el caos”.
En el resto de las acciones solicitadas se pide la inmediata puesta en
marcha de un programa nacional de autosuficiencia alimentaria; un
programa nacional de energías alternativas para el desarrollo rural, que
evite los costos excesivos de la energía convencional; así como la
revisión y reorientación de políticas públicas en materia de salud, para
prevenir la alta tasa de mortalidad de niños y mujeres campesinas.
Recordaron que las mujeres rurales “son el motor de la familia y de la
economía primaria en las localidades y del país”, sin embargo,
lamentaron que a pesar de esa contribución aún son consideradas como
“simples colaboradoras del trabajo masculino en el campo y apoyo
secundario a la economía doméstica, es decir, son vistas como
trabajadoras invisibles”.
También reprocharon que sigue latente “la pobreza, marginación y
profunda desigualdad” que viven estas mujeres y “parece ser que a los
gobiernos nos les interesan tales condiciones de vida”, por lo que se
declararon “inmersas en una revolución social hasta hacer realidad
nuestros sueños y esperanzas de un México más justo”.
Los trabajos de este evento organizado por el partido Convergencia, el
congreso local, la Universidad Humanista Víctor Frank, la Universidad
Autónoma de Zacatecas, la Unión de Mujeres Rurales por el Desarrollo
Humano y el gobierno local, fue clausurado Leticia Soto Acosta, la
primera mujer que ha dirigido el Instituto Electoral del Estado de
Zacatecas.
