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México.- La Navidad de este año 2021 para Joaquín Guzmán Loera, recluido en la cárcel de máxima seguridad en Colorado, Estados Unidos, lejos está de ser el gran festín al que estaba acostumbrado en México.
Y es que, mientras la noche del 24 de diciembre pasado, “El Chapo”, permaneció en la soledad de su celda, con un modesto platillo con base en gallina de Cornualles, macarrones con queso y tarta de mantequilla de Maní, 21 años atrás, cuando estaba preso en el Penal del Altiplano, habría organizado una gran celebración,
De acuerdo al libro de la periodista, Anabel Hernández, “Los señores del narco”, antes de fugarse, por primera vez de dicha cárcel, en la Noche Buena del 2000, el capo estuvo rodeado de 50 personas, entre sus familiares, colaboradores y hasta el director del centro penitenciario, Leonardo Beltrán Santana.
El lujoso menú sería una crema de langosta, filete mignon acompañado de papas al horno, camarones, ensalada de verduras, así como cuernitos recién horneados.
Según lo consignado por Hernández en su publicación de 2010, era su secretario particular de nombre, Jaime Leonardo Valencia Fontes, quien se encargaba de que nada le faltara, vinos, mariachi, y también adornos para decorar su celda en la época decembrina.
Fue unos días después a la celebración, cuando, un 19 de enero de 2001, se informó que, Guzmán Loera salió del penal por la puerta de enfrente, escondido en un carrito de lavandería.
En 2014 fue capturado de nueva cuenta, para darse a la fuga un año después, y ser atrapado en enero de 2016, para finalmente ser extraditado a Estados Unidos en 2017, donde fue condenado por la Corte de Nueva York a 30 años de prisión como parte de la condena por haber cometido 10 delitos de narcotráfico.
FG
