?Morelia, Mich.- El gobernador de Michoacán Leonel Godoy Rangel, informó que se encuentra
a la espera de una respuesta de la Secretaría de Gobernación respecto
de la solicitud de los comuneros de Cherán para el ingreso de las
Fuerzas Armadas en las tareas de vigilancia de las zonas boscosas de la
Meseta Purepecha.
El jefe del Ejecutivo michoacano reconoció que es tensa la situación que
sigue prevaleciendo en la zona, pues existe el riesgo latente de un
ataque del crimen organizado coludidos con los talamontes de la región,
ante lo cual precisó indispensable la presencia de fuerzas federales
para disuadir tales posibilidades.
Paralelamente, los cheranenses se quejan al día de hoy de que las
autoridades locales y federales siguen sin realizar labores permanentes
de vigilancia y protección de los bosques, ante lo cual la comunidad
sigue sitiada en forma de auto defensa.
“Lo que queremos es la presencia del Ejército, y si se puede de la
Marina también. Nuestra comunidad sigue en estado de sitio. Nos
prometieron seguridad desde la semana pasada en ocho puntos estratégicos
pero aún no la instalan”, aseveró José, líder de los comuneros y uno de
los pocos voceros del movimiento que accede a hablar, toda vez que han
restringido las comunicaciones por estrategia propia.
José afirmó que las patrullas de las fuerzas de seguridad locales se
mantienen estacionadas y no realizan rondines de resguardo.
“Este día realizamos un recorrido en helicóptero con mandos de la
policía estatal para indicarles en qué puntos exactos queremos la
vigilancia. Nos dijeron que se llevarán la información (a Morelia) para
revisarla y ver que pueden hacer”.
El vocero comunal remarcó que una muestra de la indiferencia de las
autoridades de los tres niveles de gobierno es el hecho de que los
talamontes están coludidos con el crimen organizado, “y aún cuando la
población tiene datos concretos, específicos de quiénes son los
delincuentes, a pesar de que toda la región sabe dónde hallarlos y
quiénes son, nadie interviene para detenerlos”.
Dijo que las barricadas así como las patrullas comunales de vigilancia
permanecerán “hasta que no tengamos temor de un nuevo ataque”.
Por su parte en entrevista con los medios el gobernador Godoy Rangel
expresó que, a petición de los comuneros de Cherán, desde el pasado
martes entabló contacto con el secretario de Gobernación, Francisco
Blake Mora, para solicitarle la intervención de las fuerzas federales en
el conflicto.
“Le dijimos que convendría una reunión entre el gobierno federal y el
gobierno del estado y una comisión de Cherán para que se cumpla la otra
parte de la petición que los comuneros han hecho, insistiendo en que
estemos los órdenes de gobierno federal y estatal”, declaró.
Godoy Rangel observó que mientras las fuerzas estatales ya hacen presencia en la comunidad las federales aún no lo han hecho.
“Y nosotros tenemos interés de que así ocurra, porque si sumamos fuerzas
los comuneros organizados, y ambos gobiernos creo que habrá una
respuesta positiva a su principal demanda de que no se siga devastando
su riqueza natural que es principalmente sus bosques”, sintetizó.
¿Existe el riesgo de que otros municipios pueda ocurrir lo mismo, como en Tierra Caliente?
“Hay que diferenciar. El crimen organizado sin duda es un grave problema
en todo el estado pero lo que ocurre en la Meseta Purépecha es
diferente. La diferencia ahí es que el crimen organizado se está
dedicando a la tala ilegal, y en la Meseta existe una riqueza forestal
de las comunidades indígenas de las que ellos son propietarios
ancestrales y que han decidido defenderlas”.
¿Entonces no hay riesgo de que grupos de la delincuencia también estén amenazando a otra zona?
“No, no, claro que hay ese riesgo. Lo que yo estoy diciendo es que es
diferente porque es muy diferente el problema a lo que ocurre en otras
partes del estado a lo que está ocurriendo en la Meseta Purépecha”.
Entrevistado por separado, el presidente de la Comisión Estatal de
Derechos Humanos (CEDH) Víctor Serrato Lozano, consideró que la
intervención del Ejército en el conflicto de Cheran está justificada,
aún cuando constitucionalmente la vigilancia de los bosques no sea una
de sus atribuciones.
“Lamentablemente hay algunos comentarios, indicios, de que los
talamontes están involucrados con la delincuencia organizada. En esa
modalidad vemos factible que el Ejército mexicano pudiera patrullar,
sumarse y encabezar los operativos de resguardo de los bosques para
regresar la tranquilidad de esas comunidades”.
