Washington, EU.- El tráfico ilegal de drogas, armas y personas que ingresan desde México representan una amenaza terrorista para Estados Unidos y la violencia ligada al narcotráfico pone en riesgo la seguridad nacional de ambas naciones, coincidieron el jueves dos altos funcionarios del espionaje estadounidense durante una interpelación parlamentaria.
El director Nacional de Inteligencia, James R. Clapper, respondió afirmativamente cuando el senador republicano de Texas, John Cornyn, le preguntó si la frontera con México representa un riesgo de ataques terroristas para Estados Unidos, durante una audiencia de comité de fuerzas armadas en el senado.
“Sí, señor. No creo que la secretaria (de Seguridad Nacional, Janet) Napolitano crea que tenemos un sistema perfecto”, dijo Clapper.
“Me equivocaría si no reconozco el gran trabajo de la Patrulla Fronteriza, ICE y otros dedicados a este problema. Pero decir que alguien puede penetrar, sí señor”.
El mayor general Ronald L. Burgess, director de la Agencia Militar de Espionaje, dijo que la violencia ligada al narcotráfico en México es una “preocupación de seguridad nacional porque si puedes mover drogas y personas, puedes mover otras cosas que son una preocupación para nosotros como nación” .
Burgess dijo que la cooperación con autoridades mexicanas ha permitido establecer procesos necesarios para trabajar de manera conjunta. “Hemos progresado, y lo describiría como un trabajo en proceso” .
Clapper dijo que visitará pronto la zona fronteriza para evaluar la situación, que calificó como “muy seria” .
Al comparecer el mes pasado ante el comité de seguridad nacional de la Cámara baja, Napolitano dijo que Estados Unidos ha tomado previsiones para enfrentar una hipotética alianza entre un cártel mexicano de drogas con el grupo terrorista Al-Qaida.
Desde que asumió el poder en 2006, el presidente mexicano Felipe Calderón ha lanzado una fuerte ofensiva contra el crimen organizado que ha causado al menos 35 mil muertes.
El senador Cornyn precisó que esos fallecimientos incluyen a al menos a 140 estadounidenses desde 2006.
