México. Tras lo ocurrido con la vacuna COVID-19 de Oxford y Astrazéneca, que tuvieron que detener los ensayos clínicos de fase tres después de que un paciente presentara un efecto secundario grave, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer que es algo habitual y que demuestra que se le está dando prioridad a la seguridad.
Soumya Swaminathan, científica jefa de la OMS, comentó que es posible que una vez que el equipo de monitoreo del ensayo clínico revise los datos sobre el individuo que se enfermó, se podría continuar con el ensayo, pero que eso dependerá de la decisión de la comisión designada para estos casos.
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“Cada protocolo de ensayos clínicos tiene un procedimiento operativo para manejar estos efectos secundarios. Los clínicos que hacen los ensayos están entrenados en buenas prácticas, lo que significa que están siguiendo a todos los participantes de cerca y monitoreándolos, y hay un protocolo sobre qué hacer cuando algo pasa. Si es leve hay cosas que pueden hacerse. Si es grave, como fue en este caso de un efecto secundario severo, el ensayo fue detenido”, explicó la doctora Soumya Swaminathan.
Además, la científica aseguró que se trata de una lección para reconocer el hecho de que en la investigación y desarrollo clínico siempre habrá altibajos.
“No siempre es solo un camino rápido y recto, pero tampoco podemos perder la esperanza porque este tipo de cosas pasan…Tenemos que esperar para ver los datos de lo que realmente sucedió”, puntualizó.