El VIH no pudo alejarlos

Ciudad de México.- Cuando se conocieron Javier le dijo, a quien desde hace
cuatro años es su pareja, que tenía VIH-Sida. Jorge, quien está sano, pensó que
era una broma. Pero pronto se dio cuenta de que no era así. Esa sinceridad
marcó el inicio de su relación. Se comenzaron a tratar. Y a los ocho meses de
conocerse decidieron unir sus vidas.El Virus de la Inmunodeficiencia Humana no los alejó¿Fue por amor? Se le pregunta a Jorge, y de inmediato
responde: “Claro, pero tampoco me fui a lo ciego”. Preguntó, se
informó y se documentó, antes de tomar una decisión. 
“Yo estaba muy consciente de que no había ninguna
razón por la que yo quisiera estar infectado, agrega, y por mi cabeza nunca
paso el quererme enfermar”, dijo.
Jorge sabe que el riesgo está latente, pero se protege.
Siempre usan preservativos, y Jorge cada mes se realiza la prueba de Elisa para
detectar algún contagio. La familia de Javier sabe de su enfermedad, “pero
la mía, explica Jorge, no lo sabe”. Jorge es claro: “Yo voy a estar
con Javier porque lo quiero; y quiero estar con él, tenga o no el virus”.
En México los primeros casos del Virus de la
Inmunodeficiencia Humana se presentaron en 1983. En esa época, las personas
enfermas sin acceso a medicamentos vivían dos años. 
El avance de la ciencia y de los tratamientos antirretrovirales, (que sirven
para controlar el virus en el organismo), permiten que ahora una persona
ceropositiva pueda aumentar su esperanza de vida hasta los 70 años de edad.
Pero, no sólo eso, sino que permite que dos personas, una portadora del virus y
otra totalmente saludable, puedan vivir juntas e incluso pensar hasta en tener
hijos. 
YRM