México.- Cuando se habla de pronósticos del clima bien sabemos que todo pueda cambiar de un momento a otro, y aunque podamos tener sistemas poderosos que arrancan rápido y crean modelos sólidos, hay otros que llegan y lo transforman todo.
El sistema número 17 de la temporada ciclones y huracanes registrado en el Pacífico mexicano (contando depresiones tropicales), se intensificó sumamente rápido a casi el máximo nivel de la escala Saffir-Simpson, pero así como comenzó, igual podría apagarse.
Da seguimiento a la temporada de ciclones y huracanes en la sección especial de Línea directa
Norma logró la categoría de huracán cuatro en menos de 24 hora;, su evolución fue tal, que de pronto nos entregó pronósticos visiblemente sólidos y no con uno, sino con dos choques en tierra.
Pero en ese momento no existían los factores que hoy en día sí, que hicieran que así como arrancó, igual se fuera extinguiendo, proceso que ya comenzó justo cuando va a mitad de su camino en la aproximación de choque.
Corriente en chorro subtropical, el que mueve la brújula
Al igual que sucedió con Lidia que llegó a ser también un huracán categoría cuatro y se fue moviendo hasta reposicionar hasta cuatro veces su punto de choque, el ahora “amigo incómodo”, la corriente en chorro subtropical que recién asomó la cabeza en el Pacífico, podría hacer su trabajo en los niveles altos de la atmósfera y cambiar el destino de Norma.
Un primer signo es ese recurvamiento que ya se observa que la hará dar una especie de reversa que la podría alejar un poco de la costa de Baja California Sur y que no la proyectaría hasta en tierra, sino rozando..
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Y ante este escenario hay dos posibilidades, que el sistema recalcule, siga su trayecto a Sinaloa, o forme una especie de moño haciéndolo retroceder y debido al siguiente sistema que te comentaremos, mantener a Norma a raya.
Frente frío, la criptonita
Sabemos que el combustible para el desarrollo de sistemas tropicales es el calor, entre más temperatura en el mar, mejores condiciones para que un sistema perdure y se mueva por el océano.
Pero cuando un sistema frontal se atraviesa las cosas cambian. El frío que impulsan y más cuando se acompañan de corrientes polares y extienden su masa de aire frío, van modificando las aguas del mar y más las del golfo de California que son un poco menos cálidas.
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Al momento, un sistema frontal está posicionado sobre el norte de México y otro más podría acercarse a partir del viernes. Esto podría hacer que Norma se semiestacione alentando la velocidad de su desplazamiento (como ya se observa) y descargue en un solo punto la mayor parte de su fuerza.
Bajo este escenario dos cosas pueden pasar: que la especie de moño que se formaría en su recurvamiento lo lleve a aguas más cálidas, se enfrente con las frías y lo semiparalice o lo acabe sin poder seguir hacia ningún lado.
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Aire, temperaturas, atmósfera, mar
Si los nuevos sistemas se tornan mucho más fuertes unidos que el propio sistema tropical, muy seguramente cambios se observarán. Y ante dos frentes, masa de aire frío, corriente en chorro subtropical y aún no sabemos si una también una polar, un sistema como Norma tenderá a degradarse rápido hacer mucho más errático y lento su desplazamiento, o incluso, terminar su vida lenta y lejanamente.
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Cuando la temporada de ciclones y huracanes y sistemas frontales cosas como esta suceden, solo falta ver qué sistemas son los verdaderamente poderosos para prevalecer o borrar del mapa a los demás.
“Los sistemas tropicales como Norma se rigen por los vientos en la altura, eso provoca que un sistema se mueva hacia cierto lugar. Si hay una masa de aire frío en niveles altos y se está conjugando el aire frío y las aguas menos calientes en esas latitudes y hablando del impacto que va a tener, lo que estaría debilitando (al huracán)”, dijo la especialista del Servicio Meteorológico Nacional, Elizabeth Ramos.
