México.- La Cámara de Diputados autorizó el dictamen que brinda licencias de trabajo para todos los padres o madres que tengan hijos de hasta 16 años de edad con una enfermedad en etapa terminal.
El pleno avaló con 407 votos a favor, reformar los artículos 140 Bis de la Ley del Seguro Social, 37 Bis de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y 170 Bis de la Ley Federal del Trabajo, el dictamen fue enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
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La reforma detalla que las madres o padres trabajadores asegurados, cuyos hijos de hasta 16 años hayan sido diagnosticados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) con otro tipo de padecimiento en estado terminal, puedan gozar de una licencia por cuidados médicos de los hijos.
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El dictamen de las comisiones de Seguridad Social y Trabajo y Previsión Social, destaca la necesidad de legislar en favor del interés superior de la niñez, como lo establece la Constitución Política, la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Convención sobre los Derechos del Niño.
Indica que, si los permisos laborales no se otorgan, el empobrecimiento de la familia sería mayor, al tener que abandonar la madre o el padre su trabajo para poder brindar las atenciones necesarias al niño o niña enferma.
Cabe destacar que dicha reforma fue impulsada por la legisladora Brenda Espinoza López, quien expresó que el dictamen da un paso hacia la dignidad humana requerida en la sociedad, pues durante años se ignoraron las condiciones desfavorables por las que pasan muchos mexicanos día con día, al tener una o un hijo de situación en la cual la ciencia médica ha llegado a sus límites, y “hoy se les hace justicia a madres y padres que han sufrido y continúan sufriendo”.
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Finalmente dijo que es justo garantizar la estabilidad en el empleo de la madre o el padre al otorgarle permiso para ausentarse de sus labores en los días críticos de la enfermedad de sus hijas o hijos menores de 16 años, ya que es inhumano que, aparte de enfrentar las hospitalizaciones, también deban preocuparse por perder su empleo.
