Crecen operativos contra trata sexual, pero caen pocos capos

?Ciudad de México.- Sus piernas delgadas se miran aún más frágiles cuando camina sobre los zapatos transparentes que la elevan 10 centímetros. Su falsa altura, el intenso maquillaje en los párpados y la blusa que deja al aire sus hombros sólo hacen más evidente lo que busca ocultar: es menor de edad. Y no es la única. Organizaciones civiles han detectado que en estas calles del barrio de La Merced, en el centro de la ciudad de México, al menos 400 adolescentes se dedican a la prostitución. Ellas están a la vista de los cientos de personas que a diario cruzan por este barrio donde se comercia casi todo. Se les ve entre películas pirata, tenis, ropa o bicicletas. Y mientras los patrulleros que pasan a unos metros sólo las miran, algunos capos de las organizaciones de trata de personas, conocidos como ?padrotes? y ?madrotas?, se mueven a sus anchas. Estas adolescentes, dependiendo de la zona, cobran entre 150 y 200 pesos por ?un servicio?. Las más jóvenes ?piden más?, dice Mónica, una sexoservidora que hace tiempo decidió ser ?independiente? (es decir, dejó al ?padrote?, lo que le costó golpes y amenazas). ?Ninguna de las que son menores de edad están porque quieren. A todas las obligan. A muchas las ponen en la zona de La Merced durante el día y en la noche las llevan a Sullivan. Son mafias que están muy organizadas y que ganan mucho dinero?. De agosto del 2008 ?cuando entró en vigor la Ley para Prevenir y Erradicar la Trata de Personas, el Abuso Sexual y la Explotación Sexual Comercial Infantil? a enero de 2011, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha realizado 15 operativos en diferentes zonas y ha ejecutado seis órdenes de cateo. Jesús Rodríguez Almeida, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la PGJDF, admite que pese a que han aumentado los operativos para desmantelar a las mafias, el problema persiste. Por ello anuncia que el Gobierno del Distrito Federal transformará la Fiscalía de Delitos Sexuales en una Fiscalía Especializada en Trata de Personas, la cual comenzará a funcionar en los próximos meses. El subprocurador agrega que en los últimos dos años se han liberado a 250 víctimas de trata de personas, tanto sexual como laboral. Además, se ha consignado a cerca de 125 probables responsables por el delito de trata sexual y laboral. Pero sólo ocho personas han sido sentenciadas. El combate a la trata de personas, tanto a nivel nacional como desde las instancias del DF, ha sido visible en los últimos años. El jueves pasado, por ejemplo, la Policía Federal realizó un cateo en dos hoteles de La Merced que derivó en la liberación de 28 probables víctimas de este delito. Ese mismo día, la Procuraduría capitalina consignó al Reclusorio Oriente a un hombre que presuntamente prostituía a su esposa desde que ésta era menor de edad. Cuestionan operativos El comercio sexual de menores de edad que está a la vista no sólo en La Merced, sino en lugares como Sullivan, Buenavista, Tlalpan, o en los límites con el Estado de México, es apenas la punta del iceberg de la trata de personas con fines de explotación sexual en la ciudad de México. En La Merced, por ejemplo, el comercio sexual de menores de edad florece en bodegas, loncherías y cantinas, donde, por 200 pesos o menos, puede contratarse el servicio de niñas que aún no cumplen los 15 años. Mónica y Sandra, sexoservidoras de La Merced, han visto cómo en los dos últimos años se han realizado operativos policíacos en la zona. Han mirado cómo clausuran hoteles y se llevan detenidas a personas acusadas de trata. Pero a ellas les molesta escuchar que se combate la trata de personas. ?No negamos que sí exista, porque sí existe. A muchas las obligan. A muchas las roban o enamoran y las obligan a trabajar. Pero, ¿por qué los operativos sólo los hacen en La Merced y no en Sullivan, donde también hay muchas menores de edad? ¿Cuántos hoteles han cerrado ahí??, se preguntan. Ellas mismas responden: ?A Sullivan no van porque ahí el negocio lo controla un judicial y ?padrotes? y ?madrotas? que tienen ?palancas??. En La Merced, señalan, ?cuando hacen los operativos, los ?padrotes? y ?madrotas? se esconden, se llevan a sus muchachas?. Elvira Madrid, de Brigada Callejera, organización civil que desde hace 18 años trabaja con sexoservidoras para otorgarles servicios de salud, señala que en los operativos de La Merced sólo se ha detenido a ?uno, dos o tres que sí tienen que ver en eso. Pero también han detenido a otras personas que nada tienen que ver. ¿Por qué no han agarrado a los dueños de los hoteles??. Para ella, el combate a la trata de personas en La Merced no es una realidad. ?Los operativos sólo han servido para que otros entren a controlar el negocio, sobre todo policías y otras autoridades. Muchos ?padrotes? y ?madrotas? aquí siguen. Nosotros los hemos denunciado, y nadie nos hace caso; nos dicen que no hay pruebas suficientes. Incluso, hay un ?padrote? que nos tiene amenazadas. No los agarran a ellos porque las mismas autoridades están detrás de esto. Los Ministerios Públicos, las policías. Esto les deja mucho dinero?. Elena Azaola, quien ha investigado desde hace más de 10 años el tema, señala que ?para que este fenómeno sobreviva se necesita de la complicidad de autoridades, policías, funcionarios e inspectores de las delegaciones, de un conjunto de autoridades que obtienen ganancias y cierran los ojos ante este tipo de explotación?. Complicidades añejasUno de los operativos más publicitados fue el que se realizó en el callejón de Santo Tomás, muy cerca del mercado de La Merced, en julio del 2010. En ese entonces, de acuerdo con información de la propia PGJDF, una víctima de trata logró escapar y denunciar. Se rescató a 31 personas, entre ellas tres menores de edad. Además, se detuvo a seis personas acusados de formar parte de una red dedicada a la trata. Durante casi dos décadas se ejercía la prostitución en el Callejón de Santo Tomás. A plena luz del día, las mujeres desfilaban ante los clientes. Por eso se le llamó ?la pasarela?. Desde el operativo, calcomanías de la PGJDF clausuran las puertas del inmueble que era utilizado por los tratantes del callejón. El lugar está en un juicio de extinción de dominio. Pero en los alrededores, sobre todo en Circunvalación y en San Pablo, continúa la presencia de menores de edad que ofrecen sus ?servicios?. Elvira Madrid, de Brigada Callejera, asegura que después de los operativos en La Merced los ?padrotes? y ?madrotas? movieron a ?las chicas? hacia otras zonas. ?Ahora nos está costando más trabajo llegar hasta las chicas menores de edad, las más jóvenes, porque a ellas se las llevan a lugares cerrados?. Mónica y Sandra dicen que después del operativo las cosas empeoraron. ?Los hoteleros aumentaron la cuota que nos cobran por cada servicio. Antes cobraban 50 pesos, pero ahora son 65 o 70 pesos cada que entramos, porque dicen que ahora tienen que pagar más cuota (a las autoridades) para que los dejen funcionar. Además, ahora los policías nos extorsionan más y ellos son los que quieren controlar la zona?, dice Mónica. Mafias nacionales e internacionales El informe Human Trafficking Assessment Tool Report for Mexico, sobre trata en México, realizado por la organización de abogados American Bar Association, presentado en marzo del 2009, estima que en el Distrito Federal operan 47 grupos de la delincuencia organizada involucrados con la trata de personas a nivel internacional. De acuerdo con este documento, algunas mujeres mexicanas son forzadas a prostituirse en la ciudad de México, para después ser trasladadas a Nueva York. Esto lo confirman Mónica y Sandra. ?A una chica se la llevaron a Tijuana y luego a Boston. Después las regresan. Hay algunas que hasta tienen visa de Estados Unidos. Quienes las manejan sacan la visa diciendo que las llevan al otro lado como sirvientas?. El informe del American Bar Association destaca que al DF también llegan mujeres de Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela, Rusia y Hungría. El delito lo cometen individuos, grupos de familiares y redes internacionales de la delincuencia organizada. ?Ellas han sido captadas por los probables responsables, haciéndolas sus novias; después las traen al Distrito Federal y las obligan, a través de la violencia física o moral, a dedicarse al comercio sexual?, dice el subprocurador Rodríguez Almeida. A Carolina, una ecuatoriana de 27 años, le prometieron llevarla a Estados Unidos. Tomó una maleta, firmó un contrato en blanco y su enganchador la trajo a la ciudad de México, donde le quitó sus documentos, abusó sexualmente de ella y la obligó a trabajar, vendiendo artesanías. Carolina logró escapar. Ella es una de las 176 víctimas de trata que, de 2005 a 2010, han sido asistidas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en México. 20 sufrieron trata laboral o sexual en la ciudad de México. Algunas eran originarias de Hungría, Japón y el Congo. Norma Negrete, directora de Espacios de Desarrollo Integral, organización que trabaja en La Merced desde 1996, dice que el 20% de las 2 mil mujeres que se prostituyen en la vía pública de esa zona son menores de edad. ?La venta de niñas y adolescentes para ser incorporadas en los circuitos de comercio sexual va en aumento… Pero a las originarias del Distrito Federal no se les mira como víctimas de trata, porque no fueron trasladadas de su lugar de origen?, asegura. Y aunque las organizaciones civiles reconocen que el DF cuenta con los mayores avances legales en materia de trata de personas, también señalan que ninguna ley será suficiente si no se combate ?la estructura empresarial que existe alrededor de la trata?, dice Mario Luis Fuentes, del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS). Elvira Madrid asegura que este problema no se resolverá ?hasta que no se combata a quienes realmente están detrás de esto: las autoridades… Ellos saben quiénes están detrás?.