Chilpancingo.- El presidente municipal
de Olinalá, Eusebio González Rodríguez, reconoció que la llegada de la
Marina no implica el desarme en automático de los ciudadanos que mantienen el resguardo de cinco retenes en igual número de entradas a esa demarcación.
González Rodríguez comentó que tras la recepción de los 34 elementos
de la Marina que llegaron a Olinalá la noche del lunes 5 de noviembre,
se habrán de llevar a cabo reuniones con todos los grupos de ciudadanos
que se involucraron en el resguardo de la ciudad.
Lo importante, de acuerdo al primer edil, es darle certeza a la
ciudadanía para que la vida se restablezca lo más rápido posible.
Aunque señaló que la seguridad estará ahora en manos de la dependencia federal, lo cierto es que no se van a desmantelar en automático los retenes.
?No se van
a desmantelar, más que eso, lo que haremos primero es tomar acuerdos,
escuchando las inquietudes de todos para que las cosas salgan bien?.
Hasta la mañana del martes, el primer edil no sabía cuándo se
restablecerían las actividades académicas en las escuelas de la ciudad,
pues aunque sostuvo una reunión con los directores de los planteles la
noche anterior, todos coincidieron en que no había las condiciones para
llamar a los estudiantes a las aulas.
Pero hay más actividades interrumpidas, el primer edil
menciona entre otras la artesanal y ganadera, el comercio no ha parado,
aunque sí registra altibajos.
Dijo desconocer el tiempo que permanecerán en el lugar los elementos
de la Marina, aunque los habitantes piden que eso sea permanente para
inhibir completamente la presencia de los miembros del crimen
organizado.
Lo que sí señala, es que a Olinalá no se le dio el mismo trato que al
municipio de Teloloapan, municipio al que se llevó el Operativo
Guerrero Seguro (OGS) tras el video intimidatorio que se subió a YouTube
en contra de su homólogo Ignacio Valladares Salgado.
Dijo que en Olinalá se actuó hasta que se despejaron todas las dudas
sobre lo que en realidad ocurría, pese a que la administración estatal
siempre manifestó tener la disposición de colaborar.
No vamos a dejar las armas
Aunque reconocen que la llegada de la Marina les inspira más
seguridad, los ciudadanos que mantienen la vigilancia en los retenes
advirtieron que no permitirán que se les desarme, ya que es la única
garantía que tienen para evitar el regreso del crimen organizado.
Toda la tarde del lunes, los hombres de los retenes aguardaron la
llegada de los marinos con el temor de que desde la entrada les pidieran
que entregaran sus rifles y escopetas.
Respiraron con alivio cuando las unidades de la Armada de México se
pasaron de largo y no buscaron establecer contacto, ni siquiera para
saludarlos.
?No vamos a dejar que nos quiten nuestras armas, trataremos de
mantenernos como hasta ahora, porque es la única manera que tenemos de
protegernos?.
En todo caso, señalaron que plantearán que se levante un acta, en la
que el alcalde Eusebio González se comprometa a garantizar la seguridad
de la población, además de que no habrá ningún tipo de represalia contra
los participantes en los retenes.
?Estén aquí marinos o militares se les dará el lugar que siempre se
les ha dado, solo con ellos tenemos un poco de confianza, pero mientras
no tengamos nada claro vamos a seguir como hasta ahora, en los retenes?.
Dos cajetillas de cigarros
La noche del lunes, los habitantes que mantienen la vigilancia recibieron la primera visita de su alcalde en los retenes.
Les llevó dos cajetillas de cigarros, medio kilo de café y tres paquetes de vasos desechables.
Ironizaron diciendo que era una cantidad a repartir entre 500
personas, luego para demostrar su molestia le prendieron fuego al apoyo.
?El más pobre de nosotros ha dado mucho más que el señor presidente, esto que hizo es una burla?, dijeron a manera de reproche.
Esa noche una de las principales dirigentes del movimiento sufrió la picadura de alacrán.
Uno de los campesinos mató un ciempiés que le caminaba por la
chamarra y la noche anterior un menor se salvó de sufrir la mordedura de
una víbora.
El riesgo en los retenes es mucho, por eso no quisieron quedarse con las cajetillas de cigarro y el café de su primer edil.EC.
