?Cancún, Quintana Roo.- El presidente Felipe Calderón fustigó a países donde lo cool es
fumar mariguana y hasta las estrellas de rock o de cine promueven
consumo de drogas, por lo que demandó que esas mismas naciones asuman su
liderazgo en pro o en contra para acabar con ambigüedades.
El mandatario clausuró la XXVIII Conferencia Internacional para el
Control de Drogas y no hizo mención alguna a Estados Unidos o cualquier
otro país.
“Que terminen con esa inconsistencia. O se combate seriamente toda la
cadena de producción, distribución y consumo de drogas por vías
restrictivas o se asume seriamente también una responsabilidad global,
de liderazgo mundial en la regulación y en el control de drogas por vías
de mercado”, sentenció.
“Lo que ya no podemos entender es que la inconsistencia crezca en
demérito de los enormes esfuerzos que se hacen en muchos países,
incluido México, para resolver un problema que es causado al final de
cuentas por los grandes consumidores en el mundo”, fustigó Calderón.
El mandatario arremetió contra lo que ironizó como “uso medicinal” de drogas.
“Debemos terminar, por ejemplo, con el concepto, entre comillas,
medicinal, porque a mi parecer fue una estrategia mercadológica de esos
intereses y terminó siendo una trampa cultural”, señaló.
Esa idea medicinal cambió la idea del uso de las drogas en varias
generaciones y “hoy, pongo un ejemplo, se difunde el uso asociado de
ciertas drogas con el placer de las personas más admirables, lo mismo
estrellas de rock, actores o actrices favoritas de cine y por desgracia
de campeones olímpicos”.
Hoy la paradoja entre universitarios de universidades prestigiadas del mundo “fumar mariguana es realmente lo cool, lo divertido, sin embargo, fumar cigarro es casi pecado capital”.
Ratificó su exigencia de parar el tráfico de armas que nutre a las organizaciones criminales.
“El manejo de las armas constituye la parte más mortífera del poder destructivo de estas organizaciones”, afirmó.
“A la par de una politica de restricción en el mercado de drogas, debe
haber también una política de control en el mercado de las armas”, dijo.
“Querer controlar el tráfico de drogas y al mismo tiempo no controlar, y
liberar en el caso de algunos grupos la promoción abierta de intereses
de la industria armamentista, constituye uno de los mayores obstáculos y
una de las mayores incongruencias, y de las nocivas, que hoy estamos
enfrentando”, añadió.
“El poder criminal se alimenta fácilmente del poder de las armas y en el poder de las armas funda su violencia”, puntualizó.
