?Washington, EU.-
Con la guerra contra los cárteles como telón de fondo, Estados Unidos hizo hoy público su informe sobre Derechos Humanos del año 2010 en el que asegura que el Ejército mexicano se sigue resistiendo a una política de rendición de cuentas por un sinnúmero de denuncias relacionadas con asesinatos, maltratos, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.
De igual forma, en el reporte se hace eco de las preocupaciones de distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos por el abuso de la figura del arraigo que ha abonado el terreno a la práctica de la tortura; por la corrupción y falta de transparencia en el aparato judicial y por la vulneración al principio del debido proceso.
A pesar de que en el informe se consignan los esfuerzos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por inculcar a sus efectivos en la cultura de los Derechos Humanos y por aceptar las quejas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) o las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los resultados siguen siendo aún muy limitados.
A manera de ejemplo, el reporte consigna los escasos resultados o avances de las investigaciones de casos particulares que involucran a elementos de las fuerzas armadas en distintos puntos de la República Mexicana y se hace eco de la “frustración” de las organizaciones no gubernamentales ante la falta de acceso y la pobre actuación de la Sedena en el terreno de los derechos humanos.
El reporte hace mención específica del asesinato de los estudiantes del Tecnológico de Monterrey, Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo. “Los soldados confundieron a dos estudiantes con criminales que perseguían… Las investigaciones continúan, pero no ha habido ningún arresto para finales del año (2010)”, señala el reporte.
El compendio de casos particulares destaca además la acusación de la CNDH contra los militares que asesinaron el 9 de abril de 2010 a los niños Martín y Brayan Almanza en el camino entre Nuevo Laredo y Reynosa, Tamaulipas.
“Nosotros hemos animado (a las fuerzas armadas de México) a actuar con una mayor transparencia y a poner un mayor atención en los casos donde haya denuncia de violación de derechos humanos”, aseguró el subsecretario de estado adjunto para Derechos Humanos y Democracia, Michael Posner, quien ha formado parte de los encuentros entre responsables del Pentágono y las fuerzas armadas mexicanas para abordar el tema de los derechos humanos.
“Si se quiere romper con la noción del ciclo de impunidad”, dijo Posner, las fuerzas armadas tienen actuar con mayor transparencia, enfrentar procesamientos y establecer una mayor disciplina en casos donde se haya producido abuso de fuerza.
Según el reporte dado a conocer por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, “durante 2010 la CNDH recibió mil 415 quejas contra la Sedena y emitió 22 recomendaciones (para investigar) por alegaciones de violaciones de derechos humanos cometidos por elementos de las fuerzas armadas”.
Inmediatamente detrás del Ejército, la policía federal acumuló un total de 595 quejas, de las cuales 384 fueron consideradas como casos de violación a los derechos y garantías durante “detenciones arbitrarias” y un “tratamiento cruel y inhumanitario”, según la CNDH.
En el reporte se consigna, además, que “las organizaciones no gubernamentales continúan denunciando que la opacidad del sistema militar judicial militar conduce a la impunidad y dificulta una investigación abierta y expedita, lo que impide el procesamiento de los militares”.
En este sentido, Posner manifestó la preocupación de la administración Obama por la seguridad de los activistas y representantes de distintas organizaciones defensoras de Derechos Humanos que se han convertido en objetivo de ataques y amenazas por dar voz a quienes se han convertido en víctimas colaterales de la lucha contra los cárteles.
En su recuento anual sobre México, el informe de 40 páginas señala que, durante el 2010 las autoridades consignaron un total de 15 mil 273 crímenes relacionados con la lucha contra los cárteles. Una cifra que ha tenido un efecto acumulativo en las casi 40 mil muertes que se han producido desde el inicio de la cruzada emprendida por el gobierno de Felipe Calderón en el 2006.
En el informe sobre México –presentado como parte de una “reflexión” del Departamento de Estado en el terreno de los Derechos Humanos en 192 países–, se añaden las preocupaciones sobre la práctica de la tortura, aunque se reconoce que el gobierno mexicano se ha empeñado en implementar medidas preventivas aplicando a nivel federal el Protocolo de Estambul.
Durante el 2010, “la CNDH recibió mil 170 quejas de trato cruel o degradante y 10 quejas de tortura, comparados con las mil 105 quejas de trato cruel o degradante y 33 quejas de tortura en el 2009″, se asegura en el informe.
El reporte se hace, además, eco de la inquietud por el surgimiento de un creciente número de compañías de seguridad no reguladas (hoy de un total de 8 mil sólo 659 están registradas) y sobre el fenómeno del ” vigilantismo” que ha llegado para quedarse en comunidades como Asención, Chihuahua.
El reporte hace mención especial a la violencia que castiga a los migrantes que cruzan territorio mexicano con la esperanza de alcanzar la frontera con Estados Unidos. Tan sólo en el 2010, la CNDH reportó el secuestro de 20,000 migrantes, una cifra que ha sido disputada por el Instituto Nacional de Migración de México.
