México.- El “agua sagrada” que nade del pulpo y la cebada, hoy está de festejo y “casualmente” en viernes; este 5 de agosto se celebra a nivel internacional el Día de la Cerveza, que dará pauta para que muchos, pero muchos, empinen el codo y le den con especial gusto a la fecha.
Es tal el gusto por esta bebida, que su celebración llamó tanto la atención que actualmente se celebra por todo el mundo, incluyendo 207 ciudades, 50 países y 6 continentes. Y va en aumento.
La cerveza es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad y una de las más valoradas, por lo que desde el año 2007 se celebra cada primer viernes del mes de agosto el Día Internacional de la Cerveza, una tradición que tiene como origen un pequeño bar de Santa Cruz, California (Estados Unidos).
La primera receta conocida se encuentra en el Código de Hamurabi, el conjunto de leyes más antiguo que se conserva, precisamente creado en la antigua Mesopotamia. Los egipcios elaboraban cerveza mezclándola con miel, dátiles y canela. La cerveza fue pasando por todas las civilizaciones: griegos, romanos, germánicos.
Por desgracia los excesos le han dado al consumo de alcohol, especialmente sí, de cerveza, el punto más alto en las estadísticas de registros de accidentes fatales alrededor del mundo; México uno de los más altos en los registros.
Pero los conocedores saben que la bebida se debe disfrutar, controlarse y evitar que se suba a la cabeza o de lo contrario, consecuencias tanto legales como mortales podrían sobrevenir.
Pero para quienes pueden controlar y saben que sin cerveza no hay fiesta, acá un poema de un autor desconocido que está muy viral en la red y que hoy, a propósito del día internacional, llega para que puedas recitarlo obviamente, en este viernes de verano que se antoja ¡y mucho!
Nace de lupulo y cebada,
y vive en una botella encerrada,
puede ser morena o dorada,
puede ser de trigo o cereza,
para ser sincero sin rodeo digo,
buena amiga es la cerveza.
Siempre fresca y helada,
bajo el Sol te acompaña,
siempre suave y espumosa
y siempre tan amorosa,
es que siempre hace bien a la cabeza,
en los días de verano,
abrir una buena cerveza.
Nada te hace mas libre,
nada te acerca mas tu gente
que en las tardes de pereza,
tomarse una buena cerveza.
La disfruta el rey en su castillo
la disfruta el cura y el monaguillo,
la disfruta el pobre y el rico,
la disfruta la mujer travieza,
que siempre abre escondida en su pieza
una fría botella de cerveza.
Es que en simple conclusión
todos disfrutamos de su sabor,
ya sea en pena o en amor,
ya sea en la mesa o junto al fogón,
ya sea en la riqueza o la pobreza,
todos disfrutan de una buena cerveza.
