Chihuahua.— El día 20 de junio los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar fueron asesinados después de que un hombre intentó resguardarse en una iglesia de un ataque presuntamente entre grupos armados, pero también fue agredido.
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Según información oficial uno de los sacerdotes fue asesinado cuando se acercó al hombre que buscó refugio en la iglesia, para brindarle auxilio físico y espiritual; y el segundo sacerdote fue acribillado cuando se acercó al presunto sicario e intentó calmarlo.
Cabe señalar que los sacerdotes jesuitas sirvieron durante más de 60 años a la Compañía de Jesus; desde que ambos tenían 16 años hasta el día que fueron asesinados en la Parroquia San Francisco Javier, en Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua.
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Es importante mencionar que el asesinato de los dos sacerdotes y el guía de turistas ha causado gran indignación no solamente en Chihuahua, sino también en todo el país e incluso hasta en el mundo, ya que ha traspasado fronteras.
De acuerdo con datos recabados el crimen ocurrió en una comunicada que se ubica en la Sierra Tarahumara, a dos horas y media de Creel.
Según datos oficiales los jesuitas fueron los primero misiones en llegar a Cerocahui, en el años de 1679; por lo que la Parroquia San Francisco Javier fue construida por jesuitas de la época virreinal en la primera mitad del siglo XX.
La iglesia donde asesinaron a los sacerdotes jesuitas se ubica en el centro de Cerocahui, en frente del Hotel Misión.
Esta localidad es considerada como un atractivo turístico de la Sierra Tarahumara, pues es parada del famoso tren Chepe.
Cabe destacar que en Google Maps, turistas han compartido imágenes de la Parroquia San Francisco Javier.
AM