México.- Los niños suelen estar sujetos a una condición de vulnerabilidad y exposición cada vez mayor, la cual en la actualidad se ha agudizado ante la presencia de las redes sociales y las tendencias que suelen implementarse a través de las mismas. Y es precisamente algo de esta índole lo que está alertando a los padres de familia en algunas escuelas de Saltillo, Coahuila, donde los menores de edad han adoptado la práctica de “drogarse” con dulces en polvo.
Según reporte de las autoridades y medios de comunicación locales, se ha popularizado entre niños y jóvenes la tendencia de inhalar dulces en polvo simulando que consumen cocaína. La situación ha desatado preocupación entre la población, no solo por el trasfondo que implica y por las posibles consecuencias que puede presentar en la salud de los menores, sino también porque sigue extendiéndose aceleradamente por todo el país llegando incluso hasta los Estados Unidos. Además, la práctica no parece respetar edades.
Así pues, se advierte que uno de los dulces en polvo que más están usando los niños para inhalar son los populares ‘dragoncitos’, los cuales contienen proteína de soya, chile y otros ingredientes como dextrosa, ácido cítrico, maltodextrina, estearato de magnesio, saborizantes y colorantes artificiales.
¿Qué consecuencia puede tener en los niños la inhalación de dulces en polvo?
Según la Neumóloga Pediátrica, Julia Martínez, las reacciones en los niños que realizan esta práctica son proporcionalmente adversas a la cantidad y frecuencia con que lo consuman por la vía nasal. Sin embargo, pueden llegar a tener efectos crónicos, explica:
Todos los polvos que tengan colorantes como azúcar o cualquier otra sustancia que no esté hecha para la respiración o inhalación, genera en primera instancia irritación de la vía respiratoria. La gravedad va en función de la cantidad de polvo que inhale un menor y de los ingredientes que pudiera contener además este dulce que estamos mencionando, que podría ser azúcar o chile en algunos casos y que son sumamente irritantes.
Esta aspiración podría llegar hasta el pulmón, y pasar sólo de una irritación o generar mucosidad, a que se le vayan pedacitos de azúcar o de este polvo al pulmón, que por más pequeños que sean podrían generar neumonías por bacterias de los ingredientes activos que contienen estos dulces.
El llamado es entonces a que tanto en escuelas como en las mismas viviendas se realice una supervisión constante a los niños para que no caigan en este tipo de tendencias. Además, se destaca la importancia de mantener una comunicación efectiva sobre estos temas y el peligro en el que incurren.
