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México.- Muchas familias ya se están preparando para disfrutar del sol y el mar con motivo del inicio de las vacaciones de Semana Santa 2022; los niños, niñas y adolescentes siempre son quienes más ansían llegar a la playa y comenzar sus capuzones.
Sin embargo, antes que el ánimo se desborde, es importante que los adultos tomen muy en cuenta esta información y la transmitan a los más pequeños, quienes aunque se queden en la orilla disfrutando, correrían grave riesgo si se topan con este tipo de corriente que es muy traicionera aunque sea fácil de detectar.
Se trata de la corriente de resaca, que están en la superficie del mar que pueden moverse a una velocidad de 5 millas por hora, algo así como 8 km/h, muchísimo más rápido que un nadador olímpico.
Y aunque las corrientes de resaca pueden moverse de forma veloz, no te llevarán lejos de la costa, pero si serán suficiente para que, si no guardas la calma o eres un buen nadador, ocasionen desenlaces fatales para quienes son arrastrados por ellas.
¿Cómo se miran las corrientes de resaca?
Cuando vayas a la playa l primero que debes hacer es observar el mar, pero no por su belleza, sino por las condiciones de las olas, que en el caso de la corriente de resaca se abren y dejan un pequeño cono sin nada de movimiento u oleaje.
Ese espacio que puede ser pequeño y que se abre entre dos flancos con oleaje en movimiento, y que se abre en muchas ocasiones desde la orilla, puede ser suficiente para arrastrarte y moverte en círculos, hasta que de nuevo la ola regrese a la playa y te deje ahí.
Sin embargo en ocasiones estas corrientes abarcan una gran zona y pueden ser, minutos u horas para que retornen a la orilla y te permitan salir de ella, así lo indican diversos estudios.
Su intensidad depende de la altura de las olas y de las características topográficas de la orilla, siendo además reforzadas por las corrientes de marea, por lo que se hacen más peligrosas en bajamar. Estas corrientes pueden ser visibles o no dependiendo de la intensidad de la corriente y del tipo de sedimento que se encuentra en la playa.
El peligro real de las corrientes de resaca no es el ser arrastrado por ellas mar adentro, sino la forma en que la persona reacciona: muchos bañistas entran en pánico y tratan de nadar contra la corriente, cansándose enseguida y hundiéndose. La clave para escapar no es nadar contra ella sino en paralelo a la orilla, escapando de esta forma, ya que la anchura de la zona de resaca no suele ser de mucho más de unos 10 metros.
