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México.- Han pasado dos años desde el inicio de la pandemia y, desde hace ya varios meses, se inició en todo el mundo la aplicación de las distintas vacunas que combaten la enfermedad por COVID-19. Sin embargo, los efectos de las mismas parecen no dejar de aparecer.
Recientemente el Comité de Seguridad de los Medicamentos (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) incluyó nuevos efectos secundarios en las vacunas antiCOVID-19 de las farmacéuticas Janssen y Moderna.
En el caso de la vacuna Janssen, la entidad indicó que esta podría generar una afección conocida como vasculitis con manifestaciones cutáneas, esto es una inflamación de los vasos sanguíneos de la piel que puede dar lugar a una erupción, manchas rojas puntiformes o planas bajo la superficie de la piel y hematomas. Sin embargo, enfatizan que las manifestaciones de esta enfermedad tienden a desaparecer con el tiempo al darle los cuidados acertados.
Por otra parte, en lo que tiene que ver con la vacuna moderna, el PRAC informó que como efecto secundario puede generar brotes de síndrome de fuga capilar; es decir, una enfermedad grave y muy poco frecuente que provoca una fuga de líquido de los pequeños vasos sanguíneos capilares. Esto a su vez provoca una rápida hinchazón de brazos y piernas, un aumento repentino de peso, espesamiento de la sangre, niveles bajos de albúmina y baja presión arterial.
Finalmente, el Comité concluyó que no hay pruebas suficientes para establecer una asociación causal entre las dos vacunas y la aparición de estos efectos secundarios, pero el PRAC recomendó la inclusión de una advertencia en la información de las vacunas para poner en sobreaviso a profesionales y pacientes.
