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México.- En su afán por combatir la pandemia de COVID-19 gobiernos y entidades de salud en todo el mundo adelantan un estricto esquema de vacunación, el cual incluye ya una tercera dosis o dosis de refuerzo, la cual ha empezado a ser aplicada en la población más vulnerable.
Sin embargo, esto no parece ser garantía de estar completamente a salvo, pues según un estudio reciente compartido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, la efectividad de la dosis de refuerzo empieza a disminuir después del cuarto mes de aplicación. No obstante, sigue ofreciendo una fuerte protección contra un cuadro grave de la enfermedad.
El estudio publicado este viernes por el CDC examinó 93 mil hospitalizaciones y más de 240 mil visitas a urgencias relacionadas con el COVID-19 en 10 estados estadunidenses. Este se realizó entre agosto de 2021 y enero de 2022 contemplando variantes como Delta y Ómicron.
Así pues, se advirtió que cuando la variante Ómicron se volvió dominante en el mundo, la eficacia de las dosis de refuerzo contra las hospitalizaciones se ubicaba en un 91%, pero empezó a caer hasta el 78% para las personas que recibieron la tercera dosis al menos cuatro meses antes.
Además, se dio a conocer que cuando empezó a propagarse el Ómicron, la eficacia de las dosis de refuerzo contra las visitas a urgencias era de 87% en los dos meses siguientes, de 66% tras cuatro meses, y solo de 31% cinco meses después. Es decir, a medida que pasa el tiempo la eficacia de la dosis de refuerzo disminuye.
No obstante, el CDC advirtió con su investigación que las cifras son imprecisas y que, aunque la eficacia disminuye al cuarto mes de aplicación de la dosis de refuerzo, no desaparece completamente y aún logra hacer oposición al COVID-19 y sus múltiples variantes.
Actualmente se evalúa la posibilidad de aplicar una cuarta dosis de la vacuna en el mundo e incluso, la OMS advirtió recientemente sobre la posible aplicación anual del biológico antiCOVD-19 como escenario tentativo de la pandemia.
