México.- El hombre fue identificado como Cristobal, de 67 años, quien decidió quitarse la vida después que su esposa murió a causa de COVID-19.
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Según la información proporcionada por los hijos de la pareja, su madre de 57 años, se negó a continuar hospitalizada y no aceptó ser intubada a pesar de los bajos niveles de oxigenación que presentaba.
Luego de ello decidió darse de alta de forma voluntaria y salir del hospital, sin embargo, falleció al paso de tres horas en su domicilio.
Después de su fallecimiento, familiares acudieron al ejido La India, al sur de Saltillo, para realizar la sepultura de la víctima del virus.
Cuando regresaron a su hogar, Cristobal, que se dedicaba al comercio y era intendente, colocó en una bolsa las escrituras de la casa, así como, los ahorros de la familia y se los entregó a uno de sus hijos.
El hombre le dijo a su hijo que él era el nuevo jefe de la familia y le pidió que se hiciera cargo de todo. Luego de ello, Cristóbal se dirigió a otra habitación, su hijo lo siguió ya que le pareció sospechoso todo lo que había hecho su padre.
Aunque el joven descubrió lo que su padre hacía e intentó detenerlo, este lo empujó y se disparó en la cabeza.
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