México.- Cada vez hay más gente interesada en el espacio, basta recordar la caída del meteorito a principios de octubre del año pasado en una carretera de Tamaulipas y la gran cantidad de curiosos que al día siguiente se dieron cita al ejido Lázaro Cárdenas para corroborar que, en efecto, la leyenda de los aliens en playa Miramar podría detonar aún más este destino.
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“La creencia en seres de otras razas que protegen el máximo paseo turístico de la entidad debe tener como principal objetivo ayudarnos a ser mejores personas”, asegura Juan Carlos Ramón López Díaz, fundador de la Asociación de Investigación Científica Ovni de Tamaulipas (AICOT), quien recuerda que “quien no vibra en amor, en pensamientos positivos y tiene una mentalidad de protección” difícilmente podrá establecer un contacto con los alienígenas.
Carolina Infante Pacheco, cronista de Ciudad Madero enlista que para decretarse un día dedicado a los marcianos -o algún tema en específico- primero se debe presentar la propuesta al Ayuntamiento, posteriormente avanzaría al Congreso del Estado y finalmente, si ellos consideran que es meritorio o que tendrá un impacto positivo para la ciudadanía, se hace una deliberación, se oficializa y se publica dentro del Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas.
Infante Pacheco explica que la creencia de una base extraterrestre podría potencializarse e incorporarse a las atracciones ya existentes en Tamaulipas, recuerda que existen leyendas que han fortalecido sitios como el Balcón del Beso en Guanajuato, por lo que con un manejo adecuado podría hacerse lo propio en la región.
“Se pudiera manejar como un atractivo (…) ahorita está de súper moda la foto en las letras de las ciudades, pero imagínate que hubiera un extraterrestre o un platillo volador donde te pudieras meter o una estructura para tomarte la foto, sería padrísimo y sí, definitivamente vienes a la playa a tomarte la foto con el marciano, subirte a la nave, entonces es algo padre. Definitivamente ayudaría al turismo, (…) no van a venir más por la estatua o la nave, pero sería como un complemento”, indica la historiadora.
