Después de asistir al triunfo del Cruz Azul en el Estadio Azteca, Jesús fue a casa a festejar. Al amanecer, fue hallado muerto y su cuerpo pendía de un ropero.
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Una llamada a un familiar y fotografías en sus redes sociales, evidenciaban que Jesús había acudido al partido de futbol contra el Pachuca.
Tras el juego, el hombre dijo que se dirigía a la colonia Ajusco, en la alcaldía Coyoacán, para festejar en casa el pase a la final del torneo mexicano.
Y sí, él se fue hacia la manzana 72 del lote 36 en la calle Nahuatlacas, donde permaneció hasta que su esposa lo encontró.
Ante los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudananan, que atendieron el caso, el tío del fallecido declaró que ayer por la noche habló con su sobrino, quien le informó que se encontraba en el Estadio Azteca.
Horas después, la esposa de su sobrino lo contactó para decirle que había encontrado a Jesús muerto en una habitación. Él se había atado un cinturón al cuello para colgarse de un ropero.
Los paramédicos que atendieron el caso informaron que el hombre había muerto por asfixia. El cadáver fue llevado al anfiteatro de la agencia ministerial en donde se espera que sea reclamado.
Con información de El Universal
