Guasave, Sin.- Al intubar a un paciente contagiado por COVID-19 en Tezuitlán, Puebla, un médico urgenciólogo de 52 años, adscrito al IMSS, contrajo la enfermedad, provocando que este fuera intubado durante 12 días.
El doctor Rolando narró a través de las plataformas del IMSS que tras varios días de sentirse mal acudió a La Margarita a realizarse una tomografía y uno de sus compañeros fue quien le notificó que tendrían que someterlo a una intubación por lo complicado de su situación de alud.
“Llego a La Margarita, no recuerdo, la verdad que no recuerdo, me toman una tomografía, me enseñan la imagen y ahí toman la decisión de intubarme, de toda esa decisión no me acuerdo, me afectó el estado de alerta desde que salí de Tezitlán, regreso a este mundo 13 días después cuando yo tengo un poco de consciencia en el post COVID-19, no me acordaba de nada, lo único que tenía de posesión era una sonda y mi bata que ni siquiera era mía”, narró.
En esa falta de consciencia que sufrió tras permanecer casi dos semanas intubado refirió que no recordaba tarjetas de créditos, propiedades, ni autos, lo único que quería era no tener dolor, poder comer, ir al baño y no tener fiebre, esa era su riqueza.
El médico urgenciólogo de la clínica 23 de Puebla expresó que lo único que siente ahora es agradecimiento para sus compañeros quienes estuvieron al pendiente de él durante todo este proceso y a quienes les debe la vida.
“La gente maravillosa que estuvieron conmigo en terapia intensiva, que no los conozco, que quisiera conocerlos, la verdad, yo les debo la vida y no tengo con qué pagarles”, manifestó con la voz entre cortada.
La historia del doctor Rolando, ahora de regreso en la clínica del IMSS para reanudar sus labores contra el COVID-19, fue difundida por la dirección general, así como por Zoé Robledo, su titular en sus cuentas de redes sociales
