Turquía.- Mientras el mundo entero sigue adelante con su cotidianidad, Turquía permanece bajo las ruinas del terremoto que un mes atrás causó la muerte de más de 40 mil personas; y es que, a más de cuatro semanas de la tragedia, al menos dos mil 500 cadáveres faltarían por identificar, esto según lo informado por el forense turco Ahmet Hilal.
El experto explicó este viernes para la prensa local que el número de cuerpos sin identificar era mucho más alto la semana pasada, pero las pruebas de ADN han permitido que esta cifra disminuya, aunque aún son más de dos mil las víctimas sin identificar. De estas, aproximadamente mil 500 se ubican en la provincia de Hatay, Antioquia, una de las regiones más afectadas por el sismo.
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Hilal señala que en muchos lugares muchos los equipos de rescate tomaron muestras de los cadáveres que no podían ser identificados de inmediato, ya fuese sangre, trozos de tejido, huesos o dientes, antes de enterrar los cuerpos; esto con el objetivo de comparar su ADN con el de aquellas personas que a un miembro de la familia desaparecido.
No obstante, también hubo casos en los que se enterraron víctimas sin antes tomar una muestra, los que ha hecho necesario volver a abrir sus tumbas, lo que ha ocurrido al menos 425 veces en la provincia de Kahramanmaras.
Por otra parte, el experto forense indica que en algunos casos se ha enterrado a los muertos bajo una identidad equivocada, lo que ha dificultado sus labores, ya que menciona:
Alguien identifica a un cadáver como un miembro de la familia, dice por ejemplo que es su madre y se entierra como tal, pero más tarde ve que debajo de los escombros encuentran el cuerpo de su madre, y hay que abrir la tumba para volver a enterrar a la primera persona en un cementerio para desconocidos; eso ocurre.
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Se espera que en las próximas semanas Turquía termine de identificar a todas las víctimas del terremoto y, con apoyo de la comunidad internacional, los sobrevivientes empiecen a reconstruir poco a poco su vida.
