Estados Unidos.- El presidente Joe Biden ha dado un gran reverso a la lucha contra el cambio climático, pues este lunes el gobierno estadounidense aprobó un enorme proyecto petrolero Willow en North Slope, una región de Alaska rica en el hidrocarburo. Esta decisión claramente generó un descontento entre los ambientalistas de todo el mundo, quienes incluso contemplan aplicar un recurso legal.
La Oficina de Administración de Tierras del Departamento del Interior de Estados Unidos ha dado luz verde para tres sitios de perforación, que incluirán hasta 199 pozos en total y que podría superar los 180.000 barriles de petróleo por día. Además, se presume que el proyecto podría llegar a durar décadas y que tardaría un extenso periodo de tiempo en llegar al mercado.
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Según expertos, esta iniciativa generaría suficiente petróleo para liberar 9,2 millones de toneladas métricas al año de contaminación por carbono, lo que equivaldría a añadir 2 millones de automóviles de gasolina a las carreteras.
Una vez hecho el anuncio, el desarrollador del proyecto, ConocoPhillips, señaló que considera viable la opción de tres sitios, agregando en palabras del presidente y director ejecutivo de la compañía, Ryan Lance, que es “la decisión correcta para Alaska y nuestra nación”.
Ahora bien, aunque algunos consideran que las labores de perforación y extracción de petróleo serán una nueva fuente de ingresos y empleo muy necesaria para la remota región de Alaska, otros lo consideran un verdadero crimen ambiental, por lo que ya se han dirigido más de un millón de cartas a la Casa Blanca en protesta por el proyecto.
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La decisión del presidente Joe Biden está siendo condenada por ambientalistas y activistas en todo el mundo, quienes consideran que esto contradice las promesas ecológicas del mandatario demócrata. El grupo de defensa del medio ambiente, Earthjustice, indicó en un comunicado:
Estamos demasiado avanzados en la crisis climática como para aprobar proyectos masivos de petróleo y gas que atentan directamente contra la nueva economía limpia que el Gobierno de Biden se comprometió a impulsar (…) Sabemos que el presidente Biden comprende la amenaza existente contra el clima, pero está aprobando un proyecto que descarrila sus propios objetivos climáticos.
Finalmente, se espera que los defensores del medio ambiente impugnen el proyecto petrolero en Alaska frente ante los tribunales.
