Estados Unidos. Elon Musk, CEO de Tesla, anunció un ambicioso plan de expansión que duplicará la producción de vehículos eléctricos en Estados Unidos durante los próximos dos años. Según el magnate, esta estrategia responde a su apoyo a las políticas económicas de la administración actual.
El anuncio se llevó a cabo en los jardines de la Casa Blanca, en un evento donde Musk estuvo acompañado por el expresidente Donald Trump y su hijo. “Tesla fortalecerá su presencia en el país porque creemos en su futuro y en su liderazgo”, declaró el magnate, en un gesto que algunos interpretan como un respaldo implícito a Trump.
El contexto no es sencillo para Tesla. Desde diciembre, sus acciones han caído más del 50 por ciento, registrando una de las peores rachas en años. Aunque este martes la compañía logró un leve repunte del cinco por ciento, la crisis financiera sigue afectando tanto a la empresa como a la fortuna personal de Musk, que ha perdido cerca de 70 mil millones de dólares en solo un mes, según Bloomberg.
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Además de los problemas en la bolsa, Tesla enfrenta un creciente descontento entre algunos clientes. En ciudades como Nueva York y Portland, grupos de propietarios han protestado en concesionarios, expresando su frustración con ciertas decisiones recientes de la compañía. En redes sociales, una pegatina con la frase “Lo compré antes de que Elon se volviera loco” se ha vuelto viral.
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A pesar de estos desafíos, Musk descartó cualquier intención de abandonar la empresa. “Seguiré liderando Tesla mientras siga aportando valor”, aseguró, cerrando la puerta a rumores sobre su posible salida.
Por su parte, Trump defendió públicamente a Musk, acusando a la izquierda radical de intentar perjudicarlo. A través de Truth Social, calificó a Tesla como una de las mejores automotrices del mundo y elogió la visión del empresario.
Con esta estrategia de expansión, Musk busca consolidar la posición de Tesla en la industria y reforzar su alianza con la administración de Trump en un momento clave para la compañía.
