Cuba. Un terremoto de magnitud 6.8 sacudió este domingo 10 de noviembre el este de Cuba, donde los efectos de los huracanes y los apagones aún afectan a la población. El sismo, que ocurrió a las 9:33 hora local, tuvo su epicentro cerca de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, a unos 40 kilómetros al sur de la ciudad, y a una profundidad de 23.5 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Se precisó que este temblor se sintió con gran intensidad en varias provincias del oriente cubano, especialmente en Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Guantánamo, donde muchos habitantes alarmados por la sacudida salieron rápidamente a las calles. Sin embargo, en La Habana, la capital, no se registraron movimientos perceptibles.
En Santiago de Cuba la magnitud del terremoto fue unánimemente descrita como fuerte y prolongada. Yolanda Tabío, vecina de la ciudad, relató que “las estructuras temblaron visiblemente”.
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En el municipio de El Cobre, Enma Castillo, una religiosa local, confirmó que el santuario de la Virgen no sufrió daños. Por otro lado, en la provincia de Granma, sobre todo en el municipio de Pilón, se reportaron daños menores como grietas en edificios, caída de postes eléctricos y escombros de tejados.
Hubo derrumbes parciales en viviendas y edificios públicos; por fortuna, no se registraron víctimas mortales. A pesar de ello, los equipos de rescate comenzaron de inmediato las labores de inspección, especialmente en las zonas montañosas, donde persiste el riesgo de deslizamientos de tierra.
La isla sigue enfrentando una difícil temporada de desastres naturales que pone a prueba la resiliencia de sus ciudadanos.