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Tea Party, ¿un lastre para Mitt Romney?

Extremistas marginan a moderados republicanos; congresista Akin pide disculpas sobre violaciones, pero no se va

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Washington.-  En las elecciones legislativas del 2010, el ultraconservador Tea Party fue la gran sorpresa. Un movimiento de ?patriotas? que consiguió energizar la base del Partido Republicano y que logró sobrevivir a la calamitosa presidencia de George W. Bush.

Bajo la bandera de la serpiente ?emblema de los antiguos patriotas que
defendieron la cohesión de las primeras colonias frente al imperio
británico?, este grupo de ultraconservadores impulsó la causa y la
victoria de al menos 138 candidatos al Congreso, evidenciando las
debilidades de Barack Obama frente al electorado blanco y conservador.

Además, fueron los responsables de victorias clave en estados como
Massachusetts, donde el republicano Scott Brown conquistó el escaño
senatorial que había ocupado durante casi medio siglo Teddy Kennedy,
para sepultar de la forma más humillante la ?supermayoría? demócrata conseguida cuando Obama llegó a la Casa Blanca.

Pero ahora, este movimiento se ha convertido en la debilidad y el principal obstáculo del republicano Mitt Romney
en su lucha por la presidencia, en la semilla de una revuelta
encabezada por el sector más conservador que marginó a los moderados,
una especie hoy en extinción, para hacerse con el control de un partido
que contó, entre sus fundadores, a Abraham Lincoln. A menos de tres
meses para las elecciones presidenciales, estrategas demócratas y
republicanos se preguntan hasta qué punto el Tea Party será un lastre
para las aspiraciones de Romney.

En el esquema de las preferencias nacionales, el Tea Party tiene un peso
cada vez más irrelevante. Según el más reciente sondeo de The Washington Post,
aunque 41% comulga con las propuestas de este movimiento ?como la baja
de impuestos y una menor intervención del gobierno en la economía?, no
lo respaldan en su totalidad. La mitad de los entrevistados reconocieron
que mientras más se familiarizan con las propuestas más extremas del
movimiento, menos desean escuchar o sumarse a su causa.

Esto no quiere decir que el Tea Party esté muerto, o a punto de, como
han afirmado algunos en los sectores demócratas y progresistas. ?En
términos generales, el movimiento del Tea Party tiene una imagen
negativa entre el público en general pero, a pesar de ello, se mantiene
como una fuerza muy potente en el seno del Partido Republicano?, consideró el analista político Alan Abramowitz.

Como botón de muestra del poder y capacidad de arrastre del Tea Party,
ahí está la designación de Paul Ryan, una estrella de ese movimiento. Su
elección como la mejor fórmula para conseguir el reagrupamiento del
sector conservador en torno a la candidatura de Romney, ha traído
consigo un costo inevitable: las posiciones extremas de Ryan en asuntos
como el aborto, la contracepción, la inmigración y el recorte de todos
aquellos programas sociales ?no prioritarios? en el ámbito de la
educación o la salud.

Un ejemplo de los problemas generados por la plataforma del Tea Party lo
ofreció esta misma semana el congresista republicano por Missouri, Todd
Akin, uno de sus integrantes.

En unas declaraciones que han desatado una intensa tormenta, Akin aseguró que ?las violaciones legítimas? no suelen acabar en embarazo de la mujer ?porque su cuerpo reaccionará en contra de éste de manera natural?. Las declaraciones de Akin fueron inmediatamente desautorizadas por Mitt Romney, quien el lunes las caracterizó como ?insultantes y francamente equivocadas?.

El presidente del Comité Nacional Republicano (NRC), Reince Priebus,
aconsejó a Akin retirarse de la contienda por un escaño senatorial en su
estado, para confirmar así que aunque el movimiento del Tea Party es
una poderosa fuerza en el partido, a veces sus ideas pueden resultar
suicidas para las elecciones de noviembre entrante. El martes, el propio
Romney pidió a Akin ?aceptar el consejo? de retirarse de la contienda.

Por su parte, Akin pidió perdón de nuevo ayer en un anuncio televisivo
por sus comentarios, pero dijo que no va a renunciar a la carrera para
lograr un escaño en el Senado.

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Liz Douret

Liz Douret

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