Presentarán demanda por vertido en Hungría

?Kolontár.-  Los habitantes de Kolontár y Devecser, las dos localidades más afectadas por el vertido de lodo tóxico, presentarán una demanda conjunta contra la empresa MAL, propietaria de la represa que sufrió la rotura de una balsa. Los vecinos de Kolontár celebraron hoy por primera vez una reunión en el pueblo con el abogado György Magyar, uno de los más destacados de Hungría, quien instó a los lugareños a presentar una querella lo más rápido posible. “La empresa seguramente anunciará la quiebra y desaparecerá”, expresó uno de los habitantes de este pueblo, dejando patente el ambiente de resignación que predomina entre los vecinos. Ante tales perspectivas, los habitantes de Kolontár decidieron crear una base de datos hasta el lunes, enumerando los daños sufridos, para que Magyar y sus colegas puedan iniciar el proceso legal. El abogado adelantó que según los primeros cálculos la catástrofe causó daños por unos 35 millones de euros. Paralelamente, un comité de expertos independientes analizará la situación para “que se puedan minimizar las consecuencias de la catástrofe”, aseguró el abogado, cuyo bufete asumirá los gastos relacionados con el proceso. La mayoría de los habitantes se congratuló de la iniciativa, pero hubo algunos que no confían en el resultado. “No tengo esperanza, en qué podría confiar?”, dijo Emil, un habitante de Kolontár, tras finalizar la reunión. “No valdrá nada todo esto”, vaticinó. “Si yo quiero mudarme de aquí, nadie querrá comprarme la casa ni nadie me pagará los daños en su totalidad”, señaló una mujer. “¿Quién indemnizará la muerte de los parientes?”, preguntó otra. Otro vecino de 66 años, que también desea abandonar la aldea, estimó que la idea de actuar conjuntamente “es algo inteligente”. “Después de trabajar 46 años estoy aquí casi sin nada, nunca podré usar mi tierra, tampoco si la cultivo durante 150 años”, comentó. Cuando trabajaba como tractorista labraba la tierra donde se encuentra ahora la represa “y a hora llegó todo de allí”, añadió amargamente, luchando con sus lágrimas. El campesino recordó que antes de la caída del telón de acero ya hubo infiltraciones de la represa, pero “sólo nos decían que no bebamos del agua”. Y, resignado, señaló que “pasará lo de siempre en Hungría: Todo el mundo habla demasiado y al final el responsable será el guarda del dique”. El alcalde de Devecser, Tamás Toldi, calificó lo sucedido en los dos puebles como “una vergüenza internacional”. La gente en un principio sentía rabia, pero ahora “es sólo amargura, y no ven futuro”, añadió. Debido a la rotura del dique de una balsa de acumulación de la empresa húngara MAL, se derramó en el oeste de Hungría un millón de metros cúbicos del llamado “barro rojo”, un residuo que se produce en la fabricación de aluminio. Mientras tanto, el número de muertos por el vertido tóxico se ha elevado a seis, después de que los equipos de rescate encontraron en el lodo el cuerpo de uno de los tres desaparecidos. El hallazgo del cadáver de un hombre ha sido confirmado por Tibor Dobson, el responsable gubernamental para coordinar las tareas de descontaminación, precisando que aún se buscan a los dos desaparecidos restantes. El fallecido era vecino de Kolontár, el pueblo más afectado por el siniestro, y fue arrastrado por el torrente tóxico del pasado lunes alrededor de cinco kilómetros. Pocas horas antes, un hombre de 81 años falleció en el hospital de Veszprem por la complicación que le produjo el contacto con el lodo tóxico, informó Protección Civil húngara. Además de los dos desaparecidos, el último recuento oficial sitúa en número de heridos en 150 personas, que en su mayoría sufrieron quemaduras por la agresividad de la sustancia derramada.