Texas, EU.- Una camarera que atendió a un hombre la misma noche en que mató a ocho personas en la casa de su exesposa se enfrenta a varios cargos, informan medios locales.
Lindsey Glass sirvió tragos al supuesto homicida Spencer Hight en septiembre de 2017 en un bar de la ciudad de Plano, en Texas, EU, según un informe de la Comisión de Bebidas Alcohólicas de ese estado.
Tras salir del bar, Hight irrumpió en la casa de su exesposa, donde la mató a ella y a otras siete personas antes de morir en un tiroteo policial en el mismo lugar.
La autopsia mostró que el nivel de alcohol en la sangre del tirador superaba más de cuatro veces el límite legal.
La semana pasada, la Policía arrestó a Glass por un delito menor al haber violado el código del estado, que dice que una persona puede ser responsable de vender alcohol “a un bebedor habitual o una persona intoxicada o demente”, actualmente la mujer está en libertad bajo fianza y se enfrenta hasta a un año de prisión o una multa de 500 dólares (o las dos cosas).
Mientras tanto, el abogado de la fémina ha declarado que el cargo es ridículo, ya que Glass fue la única persona que intentó asegurarse de que Hight estaba bien y evitar que hiciera algo peligroso.
