?Atenas.- La Acrópolis reabrió el viernes después que una disputa laboral
impidió durante tres días a miles de visitantes la entrada al monumento
más famoso de Grecia, considerado un símbolo permanente de la democracia
antigua.
En medio de una doble línea de policías antimotines que protegían la
entrada, los turistas empezaron a entrar en el lugar poco después del
mediodía, después que los guardias pusieron fin a una huelga de cinco
horas.
El paro se produjo después de un bloqueo de dos días por parte de
cientos de empleados del ministerio de Cultura, que finalmente fueron
dispersados el jueves por la policía antimotines con gases lacrimógenos.
Decenas de manifestantes del ministerio permanecieron apostados fuera de
la entrada principal después de la reapertura de la Acrópolis y sus
templos de mármol de 2 mil 500 años, pero no intentaron bloquear el paso
de los visitantes. Se quejan de que les deben pagos atrasados de dos
años y que enfrentan despidos cuando sus contratos de corto plazo
expiren a fin de mes.
Las autoridades prometieron mantener abierto el lugar y acusaron a los
huelguistas de falta de respeto por el monumento emblemático que atrajo a
más de un millón de visitantes el año pasado. Grecia atraviesa una
crisis debido a su enorme deuda y el turismo es una valiosa fuente de
ingresos.
”Nadie tiene el derecho de mantener cautivos nuestros monumentos
antiguos”, dijo el viernes el primer ministro George Papandreou el
viernes. ”¿Es esta la imagen de nuestro país que queremos promover?”,
agregó.
Poco antes, una visitante extranjera que trató de atravesar un piquete
de huelga y la policía antimotines fue abucheada a gritos de ”¡Estamos
en huelga! ¡No entre!” por parte de los manifestantes, y la policía la
escoltó en retirada.
Grecia evitó caer en moratoria de la deuda soberana en mayo, después que
gobiernos extranjeros acordaron un paquete de rescate de 110 mil
millones de euros en préstamos. A cambio, el gobierno de centroizquierda
aplicó medidas severas de austeridad, recortando las pensiones y
salarios y elevando los impuestos al consumo. Esto provocó una serie de
protestas sindicales y huelgas.
