Buenos Aires, Argentina.- Policías
militarizados de la Gendarmería y Prefectura de Argentina cumplen una
semana de protesta en distintas ciudades del país en reclamo de mejoras
salariales, a la espera de una respuesta del gobierno el martes a un
petitorio entregado al inicio del conflicto.
“Lucha pacífica por un sueldo digno”, reza uno de los carteles que se
observan, junto a varias tiendas de campaña, frente a la puerta del
edificio “Centinela”, sede de la Gendarmería (custodia de la frontera
terrestre), protagonista del conflicto junto a la Prefectura
(guardacostas).
La protesta estalló cuando los policías
cobraron su salario de setiembre y notaron una reducción de hasta 60%, a
partir de una errónea aplicación de un decreto de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, ahora derogado.
“Nosotros seguimos de pie y sentimos que
tenemos gran apoyo en el resto del país”, dijo el lunes uno de los
manifestantes al canal de noticias TN.
El gendarme, que llevaba uniforme y evitó identificarse, aseguró que
“hay presiones por parte de los oficiales, pero vamos a seguir adelante y
esperamos que nuestro petitorio tenga una respuesta satisfactoria y que
no haya represalias”.
Los policías aguardan para el martes una
reacción oficial a un petitorio entregado al inicio del conflicto, que
contempla un sueldo básico de 7.000 pesos (unos 1.500 dólares) y reclama
que no haya castigos, entre otros puntos.
“Va a haber una respuesta del gobierno el día martes y se van a atender
los reclamos”, anticipó el lunes el subsecretario de la Presidencia,
Gustavo López, en declaraciones publicadas en la página web del
Gobierno.
El funcionario insistió en que “alguien hizo una muy mala liquidación
(salarial) interpretando mal un decreto que tuvo en vilo al país ante
una entre comillas ‘sublevación’ de Prefectura y Gendarmería”.
A raíz del conflicto, el ministerio de
Seguridad dispuso el relevo de las cúpulas de ambas fuerzas, con un
total de 20 uniformados pasados a retiro.
Además, intervino la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Gendarmería y
pasó a disponibilidad a ocho subalternos, una medida intermedia hasta
tanto se expidan sobre cada caso los mandos superiores, pero que puede
derivar en la baja de la fuerza.
El subsecretario de la Presidencia justificó
los pases a disponibilidad en que, a criterio del gobierno, la protesta
se tendría que haber levantado luego de que se derogara el decreto y se
depositaran las diferencias salariales.
“Una cosa es el gremio de la construcción parando una obra y otra cosa
es gendarmes o prefectos que tienen el uso legal de las armas que sigan
sublevados, por decirlo de alguna manera”, destacó.
Los más de 50 mil efectivos que reúne
Prefectura y Gendarmería han continuado prestando servicio y solo
participaron de las movilizaciones una vez finalizadas sus tareas.
Desde hace algunos años y ante el recrudecimiento de la inseguridad,
ambas fuerzas también desarrollan labores de prevención en áreas urbanas
sensibles.IN
