Nueva York.- Un grupo defensor de los derechos civiles pidió el martes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos investigar al Gobierno estadounidense por presuntas violaciones a las garantías individuales de José Padilla, sentenciado por tramar un acto de terrorismo.
La Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles (ACLU,
por sus siglas en inglés) afirma que Estados Unidos violó los derechos
de Padilla cuando lo etiquetó como un “combatiente enemigo” hace una
década, y lo sometió a interrogatorios que equivalían a tortura,
incluyendo privación de sueño y aislamiento sensorial durante su
confinamiento en solitario.
Padilla, ahora de 42 años, fue inicialmente retenido como “testigo con
información importante” sobre los ataques terroristas del 11 de
septiembre de 2001, pero estuvo encarcelado por más de tres años sin que
le fincaran cargos. Posteriormente fue agregado a una investigación
sobre terrorismo en el sur de la Florida y sentenciado a 17 años de
prisión por una corte federal en 2007 por apoyar a grupos terroristas en
Kosovo, Bosnia y Chechenia.
La ACLU dijo que presentó una petición a la CIDH, que funge como rama
investigadora de derechos humanos de la Organización de Estados
Americanos, con sede en Washington. La organización internacional
promueve la cooperación entre los 35 países independientes del
continente americano.
Jamil Dakwar, director del programa de derechos humanos de la ACLU, dijo
que esta será la primera petición de su tipo presentada ante la
comisión de la OEA de parte de un ciudadano estadounidense en contra del
gobierno de su país por tortura y abuso.
El documento pide a la CIDH recomendar a Estados Unidos que reconozca
públicamente las infracciones y se disculpe por la conducta ilegal.
El Departamento de Estado y el Departamento de Justicia de Estados
Unidos no respondieron a llamadas telefónicas hechas el lunes y el
martes.
Entre las acusaciones en la petición de la ACLU, se indica que el
interrogatorio a Padilla incluyó “dolorosas posiciones estresantes,
privación de sueño y aislamiento sensorial, que causaron un fuerte
trauma físico y psicológico que persiste hasta el día de hoy”. El
documento describe estos interrogatorios como “tortura y abuso físico y
psicológico”.
La petición sostiene, además, que a Padilla se le negó el contacto con
sus abogados o familiares durante los interrogatorios. La ACLU agrega
que las autoridades no permitieron a Padilla a practicar su religión, el
islam, y que una copia del Corán, inicialmente permitida, le fue
confiscada.
De acuerdo con el documento, el estado mental del arrestado se deterioró
al grado que con frecuencia se negaba a recibir a su abogado o a
familiares ante el temor de que eso pudiera llevar a su detención
militar.
La ACLU indicó que presentó la petición a nombre de Padilla y su madre,
Estela Lebron, asegurando que los derechos de Lebron también fueron
violados al no permitirle estar en contacto o visitar a su hijo por
años. Agregó que, como resultado, la salud de la mujer se deterioró..
Padilla, ex pandillero y ladrón de vehículos en Chicago, se convirtió al
islam y vivió en Egipto durante cuatro años antes de su arresto. Fue
detenido en 2002 en Chicago cuando volvió a Estados Unidos a visitar a
su madre. Fue considerado un “combatiente enemigo”, un estatus aplicado
por el gobierno del presidente George W. Bush a sospechosos de
terrorismo de Al Qaeda y el Talibán después de los atentados del 11 de
septiembre de 2001. La etiqueta significaba que podía ser mantenido en
detención militar y negársele acceso al sistema de justicia civil de
Estados Unidos.IN