Jerusalén.- Los palestinos se preparan para exhumar los restos del legendario presidente y padre de la nación Yaser Arafat,
en una diligencia que comenzará mañana martes y que tiene como fin
aclarar el misterio sobre las circunstancias de su fallecimiento.
Rodeada de polémica desde que se sugirió que podría haber sido envenenado por el servicio secreto israelí,
lo que nunca fue probado, la muerte de Arafat se produjo en Francia en
2004 pero sus restos descansan en un monumento en el recinto de la
presidencia palestina.
“Los expertos visitaron la tumba estas últimas semanas y todo está
preparado para la exhumación, que tendrá lugar de forma discreta, con
los honores que demanda nuestro amado Abu Amar y de acuerdo a las normas
del islam”, declaró un funcionario que participa en la coordinación.
La exhumación la realizará un grupo de expertos del Instituto de
Radiofísica de Lausana, el mismo que descubrió hace meses que en
atuendos personales del fallecido dirigente quedaron altos porcentajes
del material radioactivo polonio 210.
“Queremos comprobar que el elemento está en el cadáver, porque si es así
habrá que preguntarse como llegó a su cuerpo y explicaría la razón del
fallecimiento”, afirmó el funcionario, quien pidió el anonimato.
La exhumación fue solicitada por la esposa de Arafat, Suha, a través de
la justicia francesa. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) consintió de
forma inmediata.
El caso fue abierto en Francia porque falleció en un hospital del
Ejército francés al que había sido trasladado desde Ramalá por no poder
encontrar en esta capital una cura a su acelerada desmejoría.
En cuestión de días el líder palestino, que estaba aislado por Israel,
fue perdiendo facultades y su aspecto físico decayendo por momentos, lo
que provocó gran preocupación internacional y que el ex primer ministro
israelí Ariel Sharón autorizara su evacuación por un helicóptero
jordano. el entorno de enfrentamiento armado aquellos días entre Israel y
los palestinos, y la información publicada un año antes sobre que este
país se planteó asesinarlo, las sospechas recayeron inmediatamente sobre
alguno de los servicios secretos israelíes, conocidos por su capacidad
de infiltrarse al más alto nivel en las filas palestinas y árabes.
Bajo la pregunta de si la confirmación de que quedaron restos de polonio
en el cadáver significaría que Israel es responsable de la muerte, el
funcionario palestino asintió que técnicamente no sería posible saberlo
pero “¿que otro país podría estar interesado en asesinarlo?”.
” También daría lugar a una investigación más amplia por los palestinos y
por la justicia de Francia y por otros países que han sido invitados”.
ANP requirió la intervención de las autoridades de Rusia para garantizar
la transparencia de un caso que podría tener consecuencias terribles en
la región.
Palestina, que recién salió de una guerra con el Movimiento de
Resistencia Islámica (Hamás) en Gaza y el jueves afrontará una difícil
prueba en Naciones Unidas (ONU) cuando los palestinos requieran el
estatus de Estado observador no miembro, mantiene máxima cautela.
Ningún organismo de seguridad ni dirigente se atreve a prever que podría
llegar a ocurrir en caso de que se realizara una acusación formal, pero
se insiste en que “a Arafat no le faltaban enemigos” y en que las
pruebas originales del Instituto de Lausana no demuestran nada.
“Pasaron ocho años desde que murió hasta la examinación de los ropajes,
estos pudieron pasar por cualquier lado o ser contaminados
deliberadamente”, declaró hace meses un portavoz diplomático.
La prensa de este país se cuestiona también para qué es necesaria la
exhumación del cadáver si existen cultivos de sangre de él en el
hospital francés en el que murió y con ellas se puede realizar el tipo
de exámenes que probarían si hay polonio o cualquier veneno.
Con la polémica y el enigma alrededor del caso, las mismas que siempre
rodearon la vida de Arafat, los palestinos de Ramalá se expresan a favor
de que se haga la prueba y de que de una vez por todas se ponga fin al
misterio que terminó con la vida de su preciado líder.
IN
