París.- El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon,
advirtió sobre el riesgo de una escalada “extremadamente peligrosa”
del conflicto en Siria a lo largo de la frontera sirio-turca.
“La escalada del conflicto a lo largo de la frontera sirio-turca y el
impacto de la crisis en Líbano son extremadamente peligrosa”, dijo Ban
en la apertura del primer Foro Mundial para la Democracia, organizado en
la sede del Consejo de Europa, en Estrasburgo, Francia.
Advirtió que la situación en Siria ha empeorado de manera dramática y
plantea riesgos serios para la estabilidad de los vecinos de Siria y
para toda la región, según el diario francés Le Figaro.
Indicó que la situación en Siria alcanzó una “dimensión catastrófica” y
podría hacer peligrar la estabilidad de toda la región, sobre todo
después del continuo lanzamiento de proyectiles de morteros entre Siria y
Turquía, desde el pasado 3 de octubre.
Asimismo, el jefe de la ONU expresó su preocupación por el continuo
flujo de armas entregadas tanto al régimen del presidente Bashar
al-Assad como a la oposición.
Exhortó una vez más a los países que suministran armas a dejar de
hacerlo, mientras a las partes enfrentadas a abandonar el uso de la
violencia y a dirigirse hacia una solución política, destacando que esa
es la única vía para salir de la crisis.
Ban también instó a brindar ayuda humanitaria más importante a la
región. “Al acercarse el invierno, necesitamos que los donantes
respondan de forma más generosa a las necesidades de la población en
Siria y de los más de 300 mil refugiados en los países vecinos”, dijo.
Tras el discurso de Ban, la yemenita Tawakkul Karman, Premio Nobel de la
Paz 2011, llamó a los miembros de la ONU a darle a la organización
internacional los medios de actuar para promover la democracia.
“En nombre de la soberanía y de la no injerencia en los asuntos internos
de los países, la ONU está atada de pies y manos frente al despotismo”
estimó Karman.
El secretario general de la ONU comenzó este lunes en Estrasburgo una
visita de dos días a Francia, durante los cuales se reunirá con el
presidente François Hollande, el primer ministro Jean-Marc Ayrault y el
canciller Laurent Fabius.
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