En Estados Unidos la idea de Gates de donar la mitad de la fortuna con fines benéficos ha tenido buena acogida; en Alemania, no. La idea subraya el fracaso de un Estado, para unos; existen mejores vías, opinan otros. Los súper ricos alemanes no quieren seguir a Bill Gates, el archimillonario dueño de Microsoft, y al inversionista Warren Buffett en su idea de donar la mitad de su fortuna para obras de beneficencia. Lanzada en junio de 2010, la iniciativa The Giving Pledge -promesa de donación- ha sido acogida por cuarenta multimillonarios de Estados Unidos. Los de Alemania , por el contrario, ven la idea más bien con escepticismo. Un naviero generoso Según informa Spiegel online, el millonario naviero alemán Peter Krämer encuentra esta acción bastante problemática, debido a que las donaciones en Estados Unidos pueden ser deducidas de impuestos, es decir, una persona con fortuna puede decidir si paga impuestos o dona. “Así, el donante asume funciones que debe tener el Estado. Eso representa una mala transferencia del poder estatal al gusto de los millonarios”. El proceso, así Krämer, es peligroso, pues “¿quién legitima a esas personas a decidir a dónde deben llegar esas enormes sumas de dinero?”. El naviero hamburgués -que da sus barcos nombres de personajes combativos como Sophie Scholl o Simón Bolívar- está a favor de que en Alemania los de altos ingresos aporten más a las arcas estatales. Políticos a favor de impuestos a los ricos La puesta en práctica de esta idea de Gates representaría, según Jürgen Trittin, líder de la fracción de Los Verdes en el Parlamento Alemán, “una vergüenza para un Estado Un país que permite que la gente acumule fortunas tan grandes como la de Gates y Buffett -el segundo y tercero más ricos del mundo-, pero que no puede solucionar sus tareas por sí mismo, “está simplemente mal desde la base”. Los Verdes y los socialdemócratas alemanes pretenden plantear un alza de la tasa impositiva para las personas de altos ingresos. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) los impuestos sobre el patrimonio en pocos países industrializados son tan bajos como en Alemania. Hay otros caminos La familia de empresarios Otto, de Hamburgo -que llevó a la empresa de compras por catálogo a ser líder internacional y a Michael Otto a ser el segundo hombre más rico de Alemania- ve en este llamado a la beneficencia un truco de mediático de sus organizadores. Thomas Voigt, portavoz de los Otto, recalcó a la agencia epd que la familia Otto no ve con buenos ojos eso de gritar a los cuatro vientos las buenas obras, en ello existen diferencias de mentalidad con los estadounidenses. Además, así Voigt, “si bien en Alemania se requiere un mayor compromiso con la sociedad”, el dinero de las empresas está mejor empleado en fundaciones o en proyectos sociales sustentables. En este punto coincide con la opinión del empresario Krämer: mejor que donar el 50 por ciento de la fortuna es colaborar con organizaciones ya reconocidas. Por su parte, Dietmar Hopp -fundador de la empresa SAP y que encabeza también la lista de los germanos más acaudalados- optó por convertirse en mecenas del deporte: el club TSG 1899 Hoffenheim y la fundación adjunta surgieron de su fortuna. El escepticismo que han manifestado los ricos alemanes frente al generoso proyecto de Gates es compartido por Manuela Roßbach, directora de Deutschland Hilft, una asociación que aglutina a varias organizaciones de ayuda humanitaria alemanas. Si por un lado siempre es bueno manifestar empatía con los desfavorecidos y donar, en el caso de The Giving Pledge, Roßbach cuestiona: “¿No se trata de funciones que debería asumir el Estado?”.
Millonarios alemanes no quieren donar su fortuna
Los súper ricos alemanes no quieren seguir a Bill Gates, el archimillonario dueño de Microsoft, y al inversionista Warren Buffett en su idea de donar la mitad de su fortuna para obras de beneficencia
Fuente: Internet