?Manama.- Decenas de miles de manifestantes antigubernamentales se congregaron en la capital de Bahrein para reclamar concesiones políticas antes de posibles conversaciones destinadas a poner fin a dos semanas de manifestaciones y enfrentamientos.
Por lo menos dos nutridas procesiones se proponían converger en la Plaza Perla de Manama, que se ha convertido en el punto central del movimiento en procura de cambios democráticos. Las fuerzas de seguridad no intentaron en principio detener a los manifestantes, en lo que parece ser un indicio de que los gobernantes no quieren arriesgarse a más muertes y denuncias de sus aliados occidentales.
Bahrein es el primer estado del Golfo Pérsico conmovido por la ola de cambios en el mundo árabe. La protesta es muy significativa para Estados Unidos debido a que es sede de su Quinta Flota, el principal contrapeso del Pentágono a las crecientes ambiciones militares iraníes.
Mientras tanto, la monarquía suní de Bahrein es presionada por Arabia Saudí y otros gobernantes del Golfo para no ceder ante las manifestaciones encabezadas por los chiies, por considerar que podría abrir las puertas a la influencia iraní.
Los chiies representan un 70% de los 525 mil habitantes de Bahrein, pero desde hace mucho tiempo se quejan de discriminación sistemática y otros abusos por parte de la dinastía suní que ha gobernado durante más de dos siglos. Como punto de partida para cualquier conversación, muchos manifestantes han instado a la monarquía a ceder la mayor parte de sus poderes y privilegios al parlamento electo.
El gobierno declaró el viernes día de luto por los siete muertos en enfrentamientos desde el 14 de febrero.
Muchos manifestantes hacían flamear la bandera rojiblanca del reino. También entonaban lemas como: ”Nada de diálogo antes de la disolución del gobierno” y ”Por el futuro de Bahrein no tememos la muerte”.
Las marchas siguieron a un sermón de un alto clérigo chii quien dijo que todo diálogo entre los manifestantes antigubernamentales y los gobernantes del reino debía conducir a reformas y cambios.
En el sermón en una mezquita de Diraz, bastión de la oposición, el imán Isa Qassim reclamó conversaciones ”claras, amplias y productivas”.
”No queremos el diálogo por el diálogo, ni tampoco para perder tiempo o para enfurecernos”, dijo Qassim a los feligreses. ”Queremos un diálogo significativo, viable y sostenible… Buscamos un cambio fundamental al proceso político actual sobre la base de demandas legítimas”.
Los gobernantes suníes han ofrecido conversar con los grupos de oposición chiies, pero éstos han sido lentos en responder. La oposición parece dividida ya que algunos buscan mayores reformas democráticas y otros exigen la liquidación del régimen actual.
