Perú.- A casi una semana de su destitución y detención, el expresidente Pedro Castillo ha publicado una carta en la cual denuncia estar “secuestrado” y tacha de “usurpadora” a la mandataria Dina Boluarte, quien asumió la jefatura de Perú luego de la polémica que actualmente desata una ola de manifestaciones en el país.
Desde su centro de detención y a través de su cuenta de Twitter, el exmandatario peruano compartió una carta escrita a mano en la cual aseguró estar viviendo el periodo más difícil de su gobierno y en condiciones evidentemente no aptas, pues apuntó:
Les hablo en el trance más difícil de mi gobierno, humillado, incomunicado, maltratado y secuestrado, pero así revestido de la confianza y lucha de ustedes, de la majestad del pueblo soberano, pero además infundido por el glorioso espíritu de nuestros ancestros.
Te puede interesar: Manifestaciones en Perú dejan varios heridos y dos personas sin vida
Pedro Castillo señaló este lunes que es “incondicionalmente fiel al mandato popular y constitucional” que asegura ostentar “como presidente” y afirmó que no renunciará a sus “altas y sagradas funciones”. Además, el político de 53 años criticó a Boluarte, quien juró el cargo de jefa de Estado tras su destitución; de manera específica, cuestionó la propuesta de la mandataria para adelantar las elecciones generales. Castillo agregó:
Lo dicho recientemente por una usurpadora no es más que los mismos mocos y babas de la derecha golpista, por lo que el pueblo no debe caer en su juego sucio de nuevas elecciones.
El expresidente Pedro Castillo, quien firmó personalmente su carta, solicitó que paren los “abusos”, reclamando además la convocatoria de una asamblea constituyente y su “libertad inmediata”.
Contenido de Twitter
Sigue más noticias como esta en nuestra sección Internacional
Por último, recordamos que Castillo permanece detenido tras ser destituido el pasado miércoles 7 de diciembre por el Congreso, esto después de dictar la disolución del Legislativo y anunciar que conformaría un Ejecutivo de emergencia, llevando a cabo una reorganización del sistema judicial. Dicha medida fue considerada como un “autogolpe de estado” y lo llevó a ser detenido por cargos de rebelión y conspiración.
